L D (EFE)
El Pontífice presentaba mejor aspecto físico que el jueves y su semblante era más relajado, más descansado. Fue saludado por el cardenal alemán Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio), quien decía al Papa que la orquesta proviene de una parte de Alemania (la ciudad de Leipzig) que tras la Segunda Guerra Mundial sufrió la dictadura comunista y que todavía padece heridas.
"La herida más profunda la produjo el hecho de intentar alejar a Dios y apagar la fe de tantos corazones", le decía el prelado alemán, uno de los más estrechos colaboradores de Juan Pablo II.
La orquesta de Leipzig ha ofrecido la Novena Sinfonía de Beethoven y Ecce Sacerdos Magnus, de Bruckner. Al concierto han asistido unas 9.000 personas, entre ellas más de un centenar de cardenales, así como varios centenares de obispos y sacerdotes.
"La herida más profunda la produjo el hecho de intentar alejar a Dios y apagar la fe de tantos corazones", le decía el prelado alemán, uno de los más estrechos colaboradores de Juan Pablo II.
La orquesta de Leipzig ha ofrecido la Novena Sinfonía de Beethoven y Ecce Sacerdos Magnus, de Bruckner. Al concierto han asistido unas 9.000 personas, entre ellas más de un centenar de cardenales, así como varios centenares de obispos y sacerdotes.
