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Fritzl no cree ser un "monstruo": "Podría haberlos matado. No hubiese pasado nada"

El violador y secuestrador, Josef Fritzl, que se encuentra aislado en una prisión ha confesado que no se considera un "monstruo". Para llegar a tal afirmación aseguró que "podría haberlos matado a todos, entonces no hubiese pasado nada. Nadie me habría descubierto". Por su parte, su hija Elisabeth, secuestrada y violada durante 24 años, plantea pedir una indemnización debido que el austriaco de 73 años tenía varias posesiones.

LD (Agencias) Josef Fritzl ha confesado que, a pesar de haber encerrado a su hija durante 24 años y haberla violado en repetidas ocasiones, no es un "monstruo" porque tuvo la posibilidad de matar a sus víctimas sin ser descubierto y no lo hizo.
 
De este modo, el diario austriaco Österreich aseguró que esto es lo que dijo el violador-secuestrador a su abogado. "Podría haberlos matado a todos, entonces no hubiese pasado nada. Nadie me habría descubierto", agregó. Fritzl recordó que el 19 de abril él mismo decidió sacar del sótano y llevar al hospital a Kerstin, de 19 años, su hija-nieta, debido a su grave estado de salud, precisamente para salvarla.
 
Kerstin nació en el calabozo subterráneo, construido por Fritzl en el sótano de su vivienda de la localidad de Amstetten, a 130 kilómetros de Viena, para mantener a su hija en cautiverio, y vivió allí, sin luz natural, hasta el día en que su abuelo-padre la sacó, en estado inconsciente.
 
Podrían pedir una indemnización a Fritzl
 
La hija de Fritzl, podría denunciar a su padre para que la indemnice por mantenerla secuestrada durante 24 años y por violarla en repetidas ocasiones, según informó su abogado, Christoph Herbst.
 
En este sentido, subrayó que "existe la posibilidad de reclamar una indemnización por el cautiverio y el daño que ha sido infligido mediante éste", dijo Herbst. "Ahora se trata de evaluar sus circunstancias financieras. ¿Tiene verdaderamente alguna riqueza para que valga la pena iniciar los procedimientos?", indicó.
 
Herbst dijo que tuvo la impresión de que la familia que sufrió el cautiverio tenía una relación cariñosa cuando les conoció. "Mi experiencia con la familia fue muy positiva. Viendo la manera en que se tratan unos a otros, es realmente muy cariñosa, están abiertos unos a otros y juegan juntos", explicó. Así, sentenció que "si uno ve a la familia con sus propios ojos, le hace sentir mucho mejor que ver todo el caso en teoría y desde lejos," dijo.
 
  

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