L D (EFE)
La "playa" de París, convertida en la más importante cita del verano de la capital francesa, cerró este domingo sus puertas en las orillas del Sena. Esta “playa” ha recibido la visita en este año de inmenso calor de más de tres millones de personas. De esta forma, los más de tres kilómetros de muelle cerrados al tráfico, recubiertos por 3.000 toneladas de arena y adornados con palmeras y hamacas, han logrado 700.000 visitantes más que el año anterior, un éxito popular acrecentado por la ola de calor que ha sufrido Francia en los últimos días y que ha causado hasta 3.000 muertos.
Además del sofocante calor, los talleres instalados para niños y jóvenes, para los amantes de los castillos de arena o para quienes prefieren la práctica de deportes como el voley-playa, la escalada, el atletismo o la petanca también han influido en que este año se hayan superado las cifras del anterior. En cualquier caso, los franceses y turistas que se han paseado por el muelle reconvertido en playa sólo han echado verdaderamente de menos una cosa: el mar, o al menos una piscina que lo imitase.
Por otra parte, la segunda edición de la iniciativa lanzada el pasado año por el Ayuntamiento parisino y su alcalde, Bertrand Delanoe ha confirmado que "París-playa" es un fenómeno social, muy atractivo para los turistas, pero sobre todo para los parisinos que en estas cuatro últimas semanas no han podido o no han querido irse de vacaciones. Además, en esta ocasión, la "rive droite" del Sena, entre el parque de las Tullerías y la desembocadura del canal San Martín, se ha convertido en un "refugio" muy solicitado durante los once días en los que el bochorno ha castigado el país, y muy especialmente París y su región.
Así, según uno de los impulsores de la iniciativa, el concejal Denis Baupin, "El éxito de París-Playa demuestra la necesidad de crear espacios en el corazón de la ciudad". Además, Baupin promete para la próxima edición, "más agua y más sombra en vista de la posibilidad de que la canícula sea cada vez más frecuente”. Mientras, el Ayuntamiento estudia extender el perímetro actual de la playa a otros muelles del Sena.
Por otra parte el "invento" de una “playa urbana” no se limita a París ya que otras ciudades francesas han "abierto sus playas" este verano, como Turcoing o Toulouse, mientras que varias capitales del extranjero como Bruselas, Budapest y Berlín lo están probando
Además del sofocante calor, los talleres instalados para niños y jóvenes, para los amantes de los castillos de arena o para quienes prefieren la práctica de deportes como el voley-playa, la escalada, el atletismo o la petanca también han influido en que este año se hayan superado las cifras del anterior. En cualquier caso, los franceses y turistas que se han paseado por el muelle reconvertido en playa sólo han echado verdaderamente de menos una cosa: el mar, o al menos una piscina que lo imitase.
Por otra parte, la segunda edición de la iniciativa lanzada el pasado año por el Ayuntamiento parisino y su alcalde, Bertrand Delanoe ha confirmado que "París-playa" es un fenómeno social, muy atractivo para los turistas, pero sobre todo para los parisinos que en estas cuatro últimas semanas no han podido o no han querido irse de vacaciones. Además, en esta ocasión, la "rive droite" del Sena, entre el parque de las Tullerías y la desembocadura del canal San Martín, se ha convertido en un "refugio" muy solicitado durante los once días en los que el bochorno ha castigado el país, y muy especialmente París y su región.
Así, según uno de los impulsores de la iniciativa, el concejal Denis Baupin, "El éxito de París-Playa demuestra la necesidad de crear espacios en el corazón de la ciudad". Además, Baupin promete para la próxima edición, "más agua y más sombra en vista de la posibilidad de que la canícula sea cada vez más frecuente”. Mientras, el Ayuntamiento estudia extender el perímetro actual de la playa a otros muelles del Sena.
Por otra parte el "invento" de una “playa urbana” no se limita a París ya que otras ciudades francesas han "abierto sus playas" este verano, como Turcoing o Toulouse, mientras que varias capitales del extranjero como Bruselas, Budapest y Berlín lo están probando
