La solución de Lucía Etxebarría para los Sanfermines: "mozos en un disfraz de toro"

La propuesta de la escritora es tan llamativa que cuesta creer que lo diga en serio. La incluye al final de su artículo, titulado "Algunas falsas verdades" y en el que trata de desmontar los, a su juicio, mitos de la fiesta de los toros.

Etxebarría alega que es falso que el toro sea "bravo por naturaleza", –"no atacan a no ser que se les provoque"–, continúa alegando que tampoco es cierto que se trate de un arte, porque "existen límites que, una vez sobrepasados, convierten una manifestación artística en delito o apología de la violencia" y cuestiona que atraiga al turismo. "Sabemos que lo que atrae a muchos turistas" a Navarra "es la idea de pasarse siete días borrachos de juerga continua", aclara.

También cuestiona Etxebarría que haya que "respetar la tradición". En su opinión, eso implicaría justificar costumbres como "los matrimonios concertados entre niñas de diez años y señores de 60". Pone otro ejemplo, más doméstico, al citar una fiesta del pueblo vasco de Lequeitio, donde había que subir a una cucaña para matar a un ganso. "A día de hoy la tradición continúa, pero los gansos son de peluche", explica Etxebarría, para quien las tradiciones deben cambiar "para mantenerse".

Ya al final del artículo, habla, en concreto, de los Sanfermines y da su particular fórmula para renovar la tradición, como ella dice. "De la misma manera, si en el encierro de San Fermín en lugar de soltar toros vivos a los mozos los persiguieran otros mozos encerrados en un disfraz de toro –a la manera de los gigantes y cabezudos que persiguen a los niños en las fiestas de mi pueblo, por ejemplo– la tradición persistiría pero dejaría de ser cruel y peligrosa". Habría que ver lo que piensan los navarros de su aportación al debate.