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Los Príncipes de Asturias bautizan a la Infanta con los Reyes como padrinos

La ceremonia de bautismo de la Infanta Leonor se desarrolló durante una hora en el Palacio de la Zarzuela. Se inició tras concluir una sesión fotográfica de los Príncipes de Asturias, con su hija y los miembros de la Familia Real y la familia de la Princesa Letizia. La Infanta Leonor aguantó dormida en brazos de su madre y sólo abrió los ojos cuando el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, derramó sobre la cabeza de la primogénita de los Príncipes agua del río Jordán. Doña Letizia Ortíz había confirmado previamente que su hija iba a ser bautizada como Leonor de Todos los Santos.

L D (Agencias) En la sesión de fotos previa al bautizo participaron inicialmente las familias de los Príncipes, aunque luego fueron retirándose los Ortíz-Rocasolano y después las Infantas Elena y Cristina, con sus esposos, hasta quedar los Reyes de España junto con Don Felipe de Borbón, Doña Letizia, y la protagonista del día, la Infanta Leonor.

La Reina dijo de su nieta que es "monísima" y dejó claro que ya no mantiene esas primeras palabras que dijo en su día tras conocer a la niña en la Clínica Ruber, cuando afirmó que Leonor era "muy llorona". "Lo mío queda derogado", dijo doña Sofía cuando los Reyes y los Príncipes saludaban a los periodistas que estaban cubriendo el bautizo. Don Felipe bromeó con "las pesas" que está haciendo su esposa al llevar en brazos a la Infanta Leonor, que llegaba al bautizo dos meses y medio después de su nacimiento.
 
Ilustres invitados

Acompañaron a los Príncipes de Asturias sus respectivas familias, personal de la Casa del Rey y, por parte de las instituciones, los presidentes del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; del Congreso y del Senado, Manuel Marín y Javier Rojo; del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas; y del Consejo General del Poder Judicial, Francisco Hernando.

Estaba también la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón. Además, los Príncipes de Asturias invitaron al equipo médico, encabezado por el ginecólogo Luis Ignacio Recasens, que el pasado 31 de octubre de madrugada, tres semanas antes de lo previsto, trajo al mundo en la Clínica Rúber Internacional de Madrid a su hija Leonor, que nació por cesárea.

Sin invitados reales

No ha habido, dado el carácter familiar de la celebración, representantes de otras Casas Reales, excepto Constantino de Grecia, hermano de doña Sofía, acompañado por su esposa, Ana María, y sus hijos.

El vestíbulo de la residencia de los Reyes ha sido el escenario de la ceremonia religiosa de bautismo de la pequeña Leonor, que ofició con algo de retraso el arzobispo de Madrid, el cardenal Antonio María Rouco Varela, ayudado por el arzobispo castrense, Francisco Pérez González.

Como en anteriores bautizos de otros nietos de los Reyes, el coro de religiosas de las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, de la localidad madrileña de Galapagar, interpretó varias obras musicales. En esa misma estancia del Palacio de La Zarzuela los Reyes bautizaron a sus tres hijos: las Infantas Elena y Cristina y el Príncipe de Asturias, éste último el 8 de febrero de 1968 y con su bisabuela la Reina Victoria Eugenia y su abuelo el Conde de Barcelona como padrinos.

La Reina, madrina

La Zarzuela –sus jardines o el citado lugar de la residencia familiar de los Reyes– ha acogido los bautizos de los otros seis nietos de Don Juan Carlos y Doña Sofía. El último de ellos, el de Irene, cuarta hija de los Duques de Palma, celebrado en julio pasado. Mientras que el Rey era ya padrino del hijo mayor de los Duques de Lugo, Felipe Juan Froilán, la Reina es desde este sábado madrina de uno de sus nietos por vez primera.

Para el bautismo de la Infanta Leonor se han recuperado muchas de las tradiciones con las que la Familia Real rodea sus celebraciones más íntimas y familiares, en éste caso incrementadas al tratarse de una futura Reina de España. La Infanta Leonor vestía el mismo faldón de cristianar que llevaron su abuelo el Rey, su padre, sus tías las Infantas y todos sus primos.

La pila, desde Felipe IV

Desde el Monasterio de Santo Domingo el Real de Madrid, en el barrio de Salamanca, se ha llevado hasta La Zarzuela la Pila Bautismal de Santo Domingo de Guzmán, una reliquia románica, del siglo XII, que desde tiempos de Felipe IV, antes de que llegara a España la dinastía Borbón, es utilizada en los bautizos Reales de Príncipes e Infantes.

En ella, recibieron las aguas bautismales el padre de la Infanta Leonor, don Felipe, y sus tías las Infantas Elena y Cristina. Con los otros seis nietos de los Reyes –Juan Froilán, Victoria Federica, Juan Valentín, Pablo Nicolás, Miguel e Irene–, que ni son Infantes o Infantas de España ni gozan del tratamiento de Alteza Real, aunque sí del de Excelentísimo señor o señora, fue utilizada una pila del Palacio Real del principios del siglo XIX, concretamente una palangana de plata sobredorada realizada por la Real Fábrica de Platería.

Agua del Jordán

Otra tradición, común a todos los bautizos Reales, ha sido la utilización de agua del río Jordán, enviada a España desde Tierra Santa por los frailes franciscanos que custodian los Santos lugares.

El pasado 17 de octubre, días antes del nacimiento de la Infanta Leonor, el fraile franciscano Ovidio Dueñas entregó varios envases con agua procedente del bíblico río al Cónsul General de España en Jerusalén y en los territorios palestinos, José María Ferré, que los remitió a la Casa Real española para su utilización mañana.

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