El avión en el que viaja Benedicto XVI ha aterrizado a las 11.27 horas de este sábado en el aeropuerto compostelano de Lavacolla, donde será recibido por las autoridades antes de emprender su recorrido en 'papamóvil' hasta la Catedral compostelana. La aeronave ha podido tomar tierra pese a una intensa niebla que cubre el cielo compostelano.
Benedicto XVI viene acompañado por los tres cardenales españoles que forman parte de la Curia Romana, el cardenal Antonio Cañizares, el cardenal Julián Herranz y el cardenal emérito Eduardo Martínez Somalo, además del Secretario de Estado Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, como ya informó la Sala de Prensa vaticana.
También le acompañarán durante todo el viaje su secretario personal Georg Gaenswein y el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi. Además, está previsto, según informó ayer la Sala de Prensa vaticana, que el Papa tenga un breve encuentro con los periodistas presentes en el vuelo Papal para responder a sus preguntas.
A su llegada al Aeropuerto Internacional Lavacolla de Santiago de Compostela ha sido recibido por los Príncipes de Asturias y el vicepresidente del gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Los Príncipes, como representantes de la Casa Real, –que llegaron minutos antes en avión, sobre las 11.15 horas– saludaron al Papa a pie de pista. El Nuncio Apostólico y el Introductor de Embajadores han entrado en la aeronave para flanquear la salida de Benedicto XVI, que fue recibido entre aplausos de los presentes.
Además, el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, como representante del Ejecutivo central, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo, entre otras autoridades, están en el aeropuerto para recibir al Pontífice.
A continuación, Benedicto XVI dispondrá de unos minutos de audiencia privada con los Príncipes de Asturias en la sala VIP de la nueva terminal y mantendrá también un encuentro con el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba.
En su trayecto hasta la Catedral, en torno a 40.000 las personas de distintas diócesis arroparán el recorrido papal por las calles compostelanas. Benedicto XVI realizará el recorrido de 11 kilómetros que separa el aeropuerto de la Catedral en el 'papamóvil', a una velocidad de entre 20 y 30 kilómetros por hora, e irá saludando a las personas ubicadas en los márgenes del camino, aunque sin realizar ninguna parada.
A su llegada a la Catedral, el Santo Padre visitará en primer lugar la Capilla de la Comunión, para dirigirse después al Pórtico de la Gloria, desde donde saldrá a la Plaza do Obradoiro para saludar a los fieles allí congregados.
De esta forma, Benedicto XVI protagonizará así la tercera visita papal a Compostela, la primera en pleno año Xacobeo, lo que le servirá para ganarse el jubileo al realizar, a bordo del papamóvil, el último tramo del Camino de Santiago, atravesar la Puerta Santa de la catedral y abrazar al apóstol.
La presencia del pontífice en la capital gallega viene precedida de una enorme expectación -se estima que acudan unas 200.000 personas-, pues el último precedente se remonta a 1989 cuando Juan Pablo II realizó su segunda visita, tras la escala que hizo en 1982.
Para velar por la seguridad en todos los actos incluidos en la agenda del papa, estarán movilizados durante las casi ocho horas que durará la visita pastoral más de 6.000 agentes entre Policía Nacional y Guardia Civil, un dispositivo sin precedentes en Galicia.
Se estima que más de 150 millones de personas sigan a través de la televisión el recorrido del santo padre por Santiago de Compostela, donde sólo 7.000 privilegiados, de los que un millar serán invitados, podrán asistir en vivo y en directo a la eucaristía programada para las 16.30 horas en la plaza del Obradoiro.
Las 6.000 localidades libres para presenciar en vivo la misa que oficiará esta tarde el papa Benedicto XVI quedaron agotadas menos de dos horas después de que abrieran los puntos de acceso restringido. Con un retraso de apenas cinco minutos empezaron a entrar a la plaza los primeros feligreses por el punto de entrada habilitado en la calle el Franco, donde se registraron las colas más numerosas.
Compostela espera dar así al Papa el mejor recibimiento posible, con recogimiento y vigilia y sin horarios de cierre en sus establecimientos más céntricos.