El escritor falleció en su casa de Lanzarote a los 87 años de edad, a causa de una leucemia crónica, según han informado a Efe fuentes de la familia. Saramago había pasado una noche tranquila. Tras desayunar con normalidad y haber mantenido una conversación con su esposa, comenzó a sentirse mal y al poco tiempo, pasada la una de la tarde, falleció.
José Saramago encarnaba mejor que nadie lo que los medios de izquierdas definen como "intelectual comprometido" o con "sensibilidad social". Esto no es otra cosa que el típico intelectual de la izquierda europea: desde su lujosa residencia de Lanzarote, en el que disfrutaba de todos las comodidades del capitalismo, escribía soflamas contra Occidente mientras apoyaba revoluciones como las de Chiapas en México o a tiranías como la de los hermanos Castro en Cuba.
Pese a la calidad de su obra literaria, que fue premiada con un Premio Nobel, el primero en lengua portuguesa, en España ha sido conocido también por sus artículos de prensa y por su asombrosa capacidad para firmar todo tipo de manifiestos, siempre impregnados del sectarismo de izquierdas. También ha participado en multitud de actos públicos de esa misma naturaleza.
Como buen intelectual de izquierdas europeo nunca trasladó su residencia a estos "paraísos de la justicia social" y se "sacrificó" viviendo en el injustísimo y terrible mundo capitalista, en su "modesto" chalet de la isla de Lanzarote. Al tiempo, las poblaciones de Chiapas o Cuba eran condenadas a la miseria por sus amigos Castro o el subcomandante Marcos.
Nacido el 16 de noviembre de 1922 en Azinhaga, una aldea de Ribatejo (Portugal), José de Souda es más conocido por el apodo de su familia paterna, Saramago, que el funcionario del Registro Civil añadió al inscribirlo. Cuando tenía dos años, su familia se trasladó a Lisboa, donde cursó unos estudios que abandonó por falta de medios económicos. Saramago trabajó en oficios como los de cerrajero y mecánico, antes de dedicarse al periodismo, llegando a ser director adjunto del Diario de Noticias, de Lisboa. Todo un ejemplo de la capacidad de progresar que tienen las personas con trabajo y talento en las sociedades capitalistas, que él tanto denostaba.
En 1947 publicó su primera novela, Tierra de pecado, tras la cual no volvió a publicar nada durante casi veinte años. Tras un paso por la poesía que duró una década regresó a la novela, que sería el género que le daría fama mundial en 1982 con Memorial del convento, que le valió el Premio del Pen Club Portugués, galardón que volvió a ganar en 1984 con El año de la muerte de Ricardo Reis, también reconocida con el Premio Dom Dinis de la Fundación Casa de Mateus.
A partir de ahí su prestigio se fue consolidando con títulos como La balsa de piedra (1986), llevada al cine en 2002 por el director holandés George Sluizer y que protagonizaron Federico Luppi, Icíar Bollaín y Gabino Diego; la pieza teatral La segunda vida de Francisco de Asís (1987); e Historia del Cerco de Lisboa (1989). En 1991 publicó la novela El Evangelio según Jesucristo, muy criticada por el Vaticano. Cuatro años después obtuvo el Premio Camoens al conjunto de su obra y publicó Ensayo sobre la ceguera, primera entrega de su trilogía sobre la identidad del individuo, que continuó con Todos los nombres (1998) y cerró con Ensayo sobre la lucidez (2004). El primer volumen de la trilogía fue llevado al cine en 2008 por el director brasileño Fernando Meirelles con el título de Blindness.
Siendo buen novelista y de izquierdas era casi inevitable que recibiera el Premio Nobel de Literatura, galardón que se le concedió en 1998, tras lo cual comenzó a trabajar mucho más rápido y disfrutar de un gran éxito de ventas con La caverna (2000), El hombre duplicado (2002), Las intermitencias de la muerte (2005), Las pequeñas memorias (2006), El viaje del elefante (2008); y Caín (2009), la última novela del escritor.