L D (Agencias)
"El cardenal Ratzinger estuvo llorando ayer (por el miércoles)", declaró el arzobispo Stanislaw Dziwisz, el secretario personal más antiguo del Papa a los periodistas que asistían a un encuentro entre Juan Pablo II y el presidente de Lituania en el Vaticano. "No dio ninguna entrevista a nadie, pero cuando fue abordado en la calle por un periodista sólo llegó a decir: 'Sí, el Papa está enfermo, rece por él'", explicó.
A principios de semana, la revista alemana Bunte citó a Ratzinger, que dirige la poderosa Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, diciendo en una entrevista: "Está en mal estado. Deberíamos rezar por el Papa". Los supuestos comentarios desencadenaron una ola de preocupación por toda la comunidad católica, formada por unos 1.000 millones de fieles. Los temores sobre la salud del pontífice, de 83 años, han aumentado recientemente al aparecer cada vez más enfermo.
Además de intentar aclarar las declaraciones de Ratzinger, Dziwisz instó a los periodistas a no dramatizar en exceso los problemas de salud de Juan Pablo. Aseguró que mucho de lo que se ha escrito en los últimos años ha demostrado ser falso en última instancia, y con una sonrisa añadió: "Algunos periodistas que en los últimos años han hablado y escrito mucho sobre la salud del Papa ya están en el cielo...".
A principios de semana, la revista alemana Bunte citó a Ratzinger, que dirige la poderosa Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, diciendo en una entrevista: "Está en mal estado. Deberíamos rezar por el Papa". Los supuestos comentarios desencadenaron una ola de preocupación por toda la comunidad católica, formada por unos 1.000 millones de fieles. Los temores sobre la salud del pontífice, de 83 años, han aumentado recientemente al aparecer cada vez más enfermo.
Además de intentar aclarar las declaraciones de Ratzinger, Dziwisz instó a los periodistas a no dramatizar en exceso los problemas de salud de Juan Pablo. Aseguró que mucho de lo que se ha escrito en los últimos años ha demostrado ser falso en última instancia, y con una sonrisa añadió: "Algunos periodistas que en los últimos años han hablado y escrito mucho sobre la salud del Papa ya están en el cielo...".