El PSOE está hecho unos zorros con el batacazo en las catalanas. Mientras en público intentan culpar en exclusiva a Montilla y su tripartito por lo bajini muestran su hartazgo de Zapatero, dicen los periódicos.
El Mundo cree que "a estas alturas nadie puede descartar que Zapatero se vea obligado a cambiar de planes y convocar elecciones generales anticipadas" porque "se encuentra entre la espada y la pared". Aplaude a Mas por haber "dejado de lado el discurso soberanista de la campaña y se hayan centrado en sus propuestas para atacar la crisis". Anson no está para nada de acuerdo y rebaja la euforia del resultado de las catalanas: "la verdad pura y dura es que el secesionismo ha ganado las elecciones en Cataluña".
ABC sigue en el séptimo cielo. "El nuevo Parlamento catalán es más nacionalista, pero también más liberal y conservador (...) El declive socialista es constante, y Cataluña lo ha acelerado" y "para el PSOE, esta derrota ya no es un aviso, sino un auténtico desahucio". ¿Perciben los saltos de alegría?
Tomás Cuesta hace una demoledora crítica a Rosa Díez. Sirvió "para lo que estaba previsto: no sacar escaño alguno, peo sí, con sus pocos votos, privar a Ciudadanos de un par de escaños decisivos". Y sigue atizando. "Una elemental fidelidad a sus principios hubiera debido llamar a los de Díez a desistir a favor de los dos únicos partidos que en Cataluña representaban su misma defensa de España, a ambos lados del arco ideológico: PP o Ciudadanos. Será difícil para UPyD dar una justificación del favor hecho a los nacionalistas catalanes". Toma.
En La Razón, José Antonio Vera deja esmirriadas las flores de Rajoy con sus halagos a Sánchez Camacho. "Hecha a sí misma y curtida en la dura base, es parecida en firmeza y constancia a Rita Barberá, la carismática alcaldesa de Valencia (...) Una candidata excelente". Mientras, Ussía se duele por Chacón. "Ahí estaba la ministra dando la cara y rompiéndosela simultáneamente. Otra victima de Zapatero".
Carlos Dávila, con su gracejo habitual, dice que "Zapatero está callado, pero da igual lo que diga o lo que haga: parece que no le creen así genéricamente, ni sus propios parientes. Al lado tiene a Rubalcaba: pensar que éste le va a guardar la espalda es más tonto que cenar a la hora de desayunar" y se regodea en que "ni los suyos le quieren". Se le nota contenta, a La Gaceta.
El País sigue ocupadísimo con los papeles secretos de Wikileaks, esos que revelan que EEUU ha descubierto que Zapatero es un romántico y un izquierdista trasnochado tras una ardua tarea de espionaje, y le dedica prácticamente todo el periódico y el editorial.
Baja a la tierra con las elecciones catalanas y circunscribe al PSC el fracaso. "Se ha quedado sin timón e ignora el rumbo a seguir tras el descalabro electoral". Sus columnistas intentan ligar con CiU. Miguel Ángel Aguilar dice que "la evaporación del tripartito abre un panorama de acuerdo entre el Gobierno socialista de La Moncloa y el convergente del Palau" para que "la legislatura actual pueda llevarse hasta su extinción natural en marzo de 2012". Y Joan Majó cree que el PSC debería facilitar la investidura de Mas "sin entrar en el gobierno" y "acordar una estrategia conjunta en temas clave". Aquí hay rollito.
Público se rebela contra el PSOE, que "intenta limitar la derrota a Catalunya". Juan Carlos Escudier deja clarito que ni Público se cree la cantinela socialista. "De la tarta del fracaso, una porción generosa y con guinda corresponde a Zapatero, a quien la dirigencia socialista empieza a contemplar como un rémora electoral". Presidente, ha llegado la hora de cambiar de periódico de cabecera. Mejor que no lea ninguno.