L D (EFE)
Werner Schlick, especialista de la sección clínica de cirugía de tórax, presentó el nuevo método en el Hospital General de Viena y explicó que la tomografía computerizada en espiral de dosis reducida identifica los focos más pequeños de esta enfermedad con una mortalidad muy alta, provocada en mas del 90 por ciento de los casos por el tabaco. El nuevo método empleado en la clínica universitaria de Viena recurre a unas dosis de rayos X bajas y permite obtener imágenes con unos detectores que se mueven en espiral en torno al paciente.
Con esta tomografía de tipo nuevo, los carcinomas pulmonares se reconocen en una fase temprana, que permite ver tumores de un tamaño entre tres y cinco milímetros de diámetro para su extirpación rápida y radical. Las perspectivas de curación son del 70 a 80 por ciento en la primera etapa de la enfermedad, mientras que en una fase posterior se reducen a un 3 a 5 por ciento.
Según los expertos del Hospital General de Viena, también se han hallado nuevas estrategias contra la hipertensión pulmonar, como la administración de prostaciclina, que se aplica por vía intravenosa, subcutánea u oral o que también puede ser inhalada. Un equipo de médicos encabezado por Lutz Henning Block, del Hospital General de la capital austríaca, viene investigando desde 1991 nuevos caminos terapéuticos contra la hipertensión pulmonar.
Esta enfermedad, a menudo secuela de defectos cardíacos, consumo de drogas y de nicotina, lleva a una disnea creciente, crónica y en un espacio de dos a tres años puede provocar la muerte del enfermo. Los especialistas han descubierto que la dolencia va acompañada de una escasez de péptido vaso-intestinal, substancia producida normalmente por el propio organismo, y han obtenido éxitos terapéuticos administrando esta substancia en el marco de un estudio piloto.
Con esta tomografía de tipo nuevo, los carcinomas pulmonares se reconocen en una fase temprana, que permite ver tumores de un tamaño entre tres y cinco milímetros de diámetro para su extirpación rápida y radical. Las perspectivas de curación son del 70 a 80 por ciento en la primera etapa de la enfermedad, mientras que en una fase posterior se reducen a un 3 a 5 por ciento.
Según los expertos del Hospital General de Viena, también se han hallado nuevas estrategias contra la hipertensión pulmonar, como la administración de prostaciclina, que se aplica por vía intravenosa, subcutánea u oral o que también puede ser inhalada. Un equipo de médicos encabezado por Lutz Henning Block, del Hospital General de la capital austríaca, viene investigando desde 1991 nuevos caminos terapéuticos contra la hipertensión pulmonar.
Esta enfermedad, a menudo secuela de defectos cardíacos, consumo de drogas y de nicotina, lleva a una disnea creciente, crónica y en un espacio de dos a tres años puede provocar la muerte del enfermo. Los especialistas han descubierto que la dolencia va acompañada de una escasez de péptido vaso-intestinal, substancia producida normalmente por el propio organismo, y han obtenido éxitos terapéuticos administrando esta substancia en el marco de un estudio piloto.
