L D (EFE)
El avión privado en el que viajaba Víctor Manuel, acompañado de su esposa Marina Doria y de su hijo, el príncipe Manuel Filiberto, aterrizó en el aeropuerto napolitano de Capodichino procedente de Ginebra, donde reside la familia real. A su llegada fueron acogidos por un nutrido grupo de monárquicos, aunque no hubo representación oficial del Gobierno italiano, ya que los miembros de la familia real son considerados simples ciudadanos.
Los Saboya tienen previsto pasar en la ciudad mediterránea el fin de semana con una apretada agenda de actos y encuentros que incluyen una misa en la Catedral y la visita a una fundación benéfica, antes de regresar el próximo lunes a la ciudad suiza. El viaje tiene un fuerte componente emotivo, ya que fue desde el puerto de Nápoles desde el que el hijo del último rey de Italia, Humberto II, partió al exilio en 1946.
Desde el pasado 10 de noviembre, Víctor Manuel, de 66 años, y su hijo fueron autorizados a viajar al país como simples ciudadanos, tras la reforma constitucional aprobada por el Parlamento que derogaba el exilio impuesto a los varones de la familia real en 1948 por colaborar con el régimen fascista de Benito Mussolini. La familia real ya hizo, sin anuncio previo, un viaje relámpago al Vaticano el pasado 23 de diciembre, que aprovecharon para encontrarse con el papa Juan Pablo II y mantener un breve encuentro con la prensa.
Los Saboya tienen previsto pasar en la ciudad mediterránea el fin de semana con una apretada agenda de actos y encuentros que incluyen una misa en la Catedral y la visita a una fundación benéfica, antes de regresar el próximo lunes a la ciudad suiza. El viaje tiene un fuerte componente emotivo, ya que fue desde el puerto de Nápoles desde el que el hijo del último rey de Italia, Humberto II, partió al exilio en 1946.
Desde el pasado 10 de noviembre, Víctor Manuel, de 66 años, y su hijo fueron autorizados a viajar al país como simples ciudadanos, tras la reforma constitucional aprobada por el Parlamento que derogaba el exilio impuesto a los varones de la familia real en 1948 por colaborar con el régimen fascista de Benito Mussolini. La familia real ya hizo, sin anuncio previo, un viaje relámpago al Vaticano el pasado 23 de diciembre, que aprovecharon para encontrarse con el papa Juan Pablo II y mantener un breve encuentro con la prensa.
