Encuentran al asesino del periodista de Las Vegas hallado en un contenedor y descubren que también está muerto

La Policía Metropolitana de Las Vegas ha logrado resolver el crimen del periodista independiente que fue hallado muerto el pasado 20 de mayo —Matthew Scott Kelemen, de 56 años— en una caja que alguien dejó en una consigna de la empresa de almacenamiento de equipaje Bounce, después de que uno de los trabajadores del negocio alertara a las autoridades de que había percibido un fuerte olor a putrefacción que provenía de uno de los contenedores.

Los agentes que se desplazaron hasta el lugar localizaron el cadáver con signos de violencia (presentaba un fuerte traumatismo en la cabeza) de un hombre en el interior de una gran caja negra que —descubrieron— había dejado otro varón cuatro días antes. La persona que abandonó el ‘ataúd’ resultó ser el compañero de piso de la víctima —Joseph Del Rivo, de 63 años—, como constataron los investigadores una vez que los restos encontrados fueron identificados por la Oficina del Forense del Condado de Clark.

Seis meses conviviendo

El periodista asesinado, que se mudó a la ciudad en 2003 y colaboraba de forma habitual con Las Vegas Magazine, llevaba apenas seis meses viviendo con su presunto asesino. La policía no ha determinado cuál fue el móvil del crimen, pero los hermanos de la víctima han manifestado que la convivencia no era buena.

Matthew Scott Kelemen se sentía incómodo por las condiciones de higiene y limpieza de su compañero sexagenario, con el que tenía pensado hablar seriamente del asunto. Así se lo habría manifestado a uno de sus hermanos mayores antes de ser asesinado, ha asegurado la más pequeña de los Keleman —Mikki Zaferatos— en declaraciones a Las Vegas Review Journal.

El asesino está muerto

El crimen, por tanto, habría sido resuelto. Pero no se podrá hacer justicia. Poco después de descubrir quién había matado al periodista, Joseph Del Rivo, la policía fue informada de su reciente fallecimiento en un accidente de tráfico. Ocurrió durante una persecución policial —con la Patrulla de Carreteras de Utah— que se desarrolló a una muy alta velocidad, el 21 de mayo de 2025. Es decir, sólo un día después del hallazgo del cadáver del reportero en el negocio de almacenamiento de equipaje.

Según el comunicado emitido por la policía de Utah, agentes estatales le dieron el alto al detectar que sobrepasaba la velocidad permitida. Del Rivo hizo caso omiso y aumentó la velocidad (de 90 a 140 km/h), por lo que se inició la persecución que acabó con el fallecimiento del sospechoso. Intentando evitar una tira de clavos colocada por otra unidad, su vehículo se salió de la carretera, dio varias vueltas de campana y el conductor salió despedido, sufriendo heridas mortales.