La Guardia Civil desmantela la "Mafia del Cobre": le atribuyen más de 100 robos en ocho comunidades

La Guardia Civil ha desarticulado un grupo criminal, que se hacía llamar la "Mafia del Cobre", tras cometer 102 robos, por valor de 2,5 millones de euros, en ocho Comunidades Autónomas distintas. Los agentes han declarado que en total han sido detenidas 21 personas y se han recuperado 20 toneladas de cobre.

La organización adquiría el metal a través de cables de gran grosor de instalaciones fotovoltaicas, depuradoras y bodegas de vino. Los robos generaron estragos en servicios esenciales porque causaron pérdidas en suministros de agua y electricidad. Las Comunidades afectadas han sido: Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valencia, Extremadura y Murcia.

La investigación

La "operación Kuroma" comenzó en Valencia en junio del año pasado tras 37 robos en 48 días, con la firma de la "Mafia de Cobre", nombre de la banda. La investigación se realizó con la ayuda y colaboración de la policía rumana. Las autoridades, en el transcurso de la investigación, descubrieron que el grupo estaba meticulosamente organizado. Su modus operandi se basaba en rondas, en las que cometían varios robos en un periodo de cuatro o cinco días.

La Guardia Civil logró un avance importante cuando detuvo a once miembros que volvían de cometer un robo. Esto les permitió tener acceso a un registro en Getafe, Madrid, donde se detuvo a otros seis integrantes. Por último, detuvieron a cuatro personas más, poniendo así fin, al grupo criminal y a los robos de cobre.

Cómo se organizaban

El cuerpo criminal estaba jerarquizado y distribuido en tres grupos de trabajo distintos: los que comentían los robos, los que recopilan información vital para los golpes y los encargados de vender el material robado. Este sistema les permitía ejercer los delitos con mayor precisión, eficacia y rapidez. Asimismo, esta estructura, con células relativamente independientes, solía contar con nuevos miembros procedentes de Rumanía.

También existía una serie de normas para poder ser integrante del grupo criminal. La regla principal se basaba en la participación de un "bote", los interesados en entrar en la banda debían depositar una cantidad de dinero para costear los gastos de los robos. El objetivo era evitar la entrada de personas conflictivas que estuvieran endeudadas o fueran dependientes como consecuencia de una fuerte adicción.

Los detenidos

En este momento hay 21 personas detenidas de entre 20 y 33 años, de las cuales 13 ya han ingresado en prisión. Entre los delitos que se les imputa están: delito por pertenencia a organización criminal, robo con fuerza en las cosas, robo y uso de vehículo, usurpación de estado civil y receptación.