
La Policía Municipal de Madrid ha destapado este martes el negocio de una joyería de lujo que vendía artículos presuntamente falsos al precio de mercado de los originales. El local, llamado Joyería Chapulín, está ubicado en el número 49 de la calle Mariano Vela, en el distrito de Usera. El dueño y la encargada del establecimiento se enfrentan a un posible delito contra la propiedad industrial.
La inspección ha sido realizada por la Comisaría Integral de Distrito de Usera junto con el apoyo de un perito mercantil. Este proceso comenzó cuando los agentes de este organismo detectaron indicios de que se estuviesen presentando artículos no originales en el escaparate del negocio, como piezas de firmas de alta gama sin ningún tipo de embalaje, etiquita o certificado de autenticidad.
Artículos incautados
La trabajadora responsable del negocio accedió de manera voluntaria a abrir la caja fuerte y mostrar a los agentes todos los artículos allí presentes. Entre las piezas intervenidas destacan anillos, relojes, colgantes y pendientes de marcas como Versace, Rolex, Cartier o Chanel, algunos de ellos valorados hasta en 1.400 euros.
Según el acta policial, la mayoría de estos productos carecían de cualquier tipo de método de autentificación y la encargada del lugar afirmó que todos los productos eran adquiridos "a granel y al peso", sin distinción de precio entre marcas y sin exigir ningún tipo de identificador de procedencia. El perito mercantil afirmó que existían "indicios racionales de falsedad" en todos los objetos analizados.
También en internet
Todos ellos han sido precintados y puestos a disposición de la Comisaría de Usera para proceder a un análisis más profundo. Además, cabe destacar que, según ha podido confirmar el diario El Mundo, este establecimiento también vendía productos mediante una página web en la que aseguraban que estos eran "100% originales".
Tanto el titular como la encargada del negocio, de 33 y 54 años respectivamente, son personas nacidas en la República Dominicana, pero cuentan con la nacionalidad española. Ambos se enfrentan a un delito contra la propiedad industrial, que incluye la fabricación, almacenamiento o venta de productos falsificados sin autorización de los titulares de la marca, con ánimo de lucro y provocando un perjuicio a terceras personas.


