James Craig, dentista de Colorado, ha sido condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato premeditado de su mujer, Angela Craig, a quien envenenó con cianuro en marzo de 2023. El jurado lo halló culpable no solo de homicidio, sino también de diversos cargos relacionados con el intento de encubrimiento del crimen.
Según la investigación, Craig suministró durante días pequeñas dosis de veneno a su mujer a través de sus batidos de proteínas y cápsulas manipuladas. Angela fue hospitalizada en tres ocasiones en apenas diez días, aquejada de síntomas como vómitos, mareos y fuertes cefaleas. Finalmente, mientras estaba ingresada, Craig le administró una dosis letal a través de la vía intravenosa. Una cámara de seguridad del hospital lo grabó entrando en la habitación con una jeringuilla minutos antes del empeoramiento súbito de su estado.
El informe forense confirmó la presencia de concentraciones letales de cianuro, tetrahidrozolina —ingrediente presente en colirios— y arsénico en su organismo. La fiscalía expuso que Craig había adquirido las sustancias por internet y realizado búsquedas como "cómo hacer veneno" y "los cinco venenos más indetectables que no dejan rastros de crimen".
Encubrimiento extremo
Durante el juicio se revelaron detalles escalofriantes del intento de encubrimiento. Craig intentó manipular pruebas, pidió a su hija que grabase un vídeo falso con tecnología deepfake en el que Angela supuestamente solicitaba ser envenenada, e incluso desde prisión trató de contratar a un sicario para asesinar al investigador principal del caso, según información recogida por The Guardian.
El fiscal Michael Mauro fue rotundo ante el tribunal, según recoge CNN: "Angela Craig era inocente. No tuvo ninguna participación en su muerte, y la única persona que dice lo contrario es este hombre. El culpable de la traición definitiva: su asesinato". Por su parte, el abogado Osama Magrebi subrayó, también según CNN, que "lo más grave de lo que James Craig es culpable es de haberle arrebatado a Angela Craig a sus amigos y a su familia".
La defensa, que no presentó testigos, trató de sembrar dudas sobre el estado mental de la víctima, citando fragmentos de diarios antiguos y sugiriendo una posible conducta suicida. La jueza Shay Whitaker, sin embargo, no encontró margen para la indulgencia: "Craig creó un camino de destrucción tan amplio como un tornado e igual de devastador", declaró antes de imponer la pena máxima.