Un avión de Iberia con destino al aeropuerto de París-Orly ha tenido que aterrizar de emergencia en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, tras producirse la colisión de la aeronave contra un ave de gran tamaño apenas 20 minutos después del despegue.
Este accidente no es algo nuevo. Y es que los choques entre aeronaves y aves, conocidos en la aviación como bird strikes, han provocado algunos de los accidentes más insólitos y, en ocasiones, más trágicos de la historia aérea.
Aunque la mayoría de los incidentes terminan sin consecuencias graves, existen casos que han acabado en tragedia, demostrando que incluso un pequeño animal puede ser letal para un avión en el momento crítico del despegue o aterrizaje.
Accidentes mortales
Este fue el caso del vuelo 375 de Eastern Airlines, el accidente más mortífero documentado por el choque de unos pájaros. Tuvo lugar en 1960, cuando un vuelo impactó con una bandada de estorninos tras despegar de Boston. Tres de sus cuatro motores fallaron y el avión cayó en el puerto, dejando 62 víctimas mortales y tan solo 10 supervivientes.
Asimismo, dos años después, el vuelo 297 de United Air Lines –un Vickers Viscount que salía desde el Aeropuerto Internacional de Newark hacia Atlanta– chocó con cisnes cantores en Maryland. El impacto dañó gravemente el estabilizador y la aeronave se estrelló, causando 17 muertes.
También en 1988, en Etiopía, un Boeing 737 sufrió la pérdida de potencia en ambos motores tras impactar con una bandada de palomas. El intento de aterrizaje de emergencia fracasó y el accidente dejó 35 víctimas mortales.
En el ámbito militar, el peligro es el mismo. En 1995, un Boeing E‑3 Sentry de la Fuerza Aérea de Estados Unidos impactó con gansos canadienses durante el despegue en Alaska. La pérdida de dos motores resultó catastrófica y los 24 tripulantes fallecieron en el siniestro.
Recientemente, en Corea del Sur, el 29 de diciembre de 2024, el vuelo 2216 de Jeju Air, impactó con una bandada de aves durante el aterrizaje. Ambos motores fallaron, y el avión chocó contra una barrera de contención en pista, resultando en 179 fallecidos de los 181 ocupantes. Aunque, la tragedia pudo deberse a más razones, una de las principales hipótesis fue la del impacto de los pájaros contra el avión.
‘El milagro del Río Hudson’
Sin embargo, no todos los choques con aves terminan en tragedia. Uno de los casos más famosos de supervivencia es el del US Airways Flight 1549, en 2009, más conocido como ‘el milagro del Río Hudson’. La aeronave perdió potencia en ambos motores tras impactar con gansos poco después de despegar del aeropuerto LaGuardia, en Nueva York. Gracias a la destreza del capitán Chesley "Sully" Sullenberger, el Airbus logró aterrizar con éxito en el río Hudson, salvando la vida de los 155 viajeros.
Otro ejemplo reciente es el del Ural Airlines 178 en 2019, cuando un A321 tuvo que aterrizar de emergencia en un campo de maíz en Rusia tras sufrir un doble impacto con aves. De los 233 ocupantes, 74 necesitaron asistencia médica y una persona fue hospitalizada, pero no hubo ninguna víctima.
Más de 300 muertes en total
Según datos de la FAA y de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), los bird strikes han sido responsables de más de 300 muertes y la destrucción de más de 200 aeronaves desde 1988.
Los aeropuertos de todo el mundo implementan sistemas de disuasión, desde halcones adiestrados hasta radares de detección, pero los expertos advierten que el riesgo nunca es cero.