Los que viven el primer día del año empeñados en aliviar el sufrimiento de quien observa a cada paso el rastro de la destrucción. Militares señalados como ejemplo de abnegación en una mañana de deseos por lo más urgente. "Que a esto le pongan remedio", pide una mujer. "Que se ayude a la gente que se ha quedado sin vivienda", ruega otra. Hay también deseos genéricos hacia lo fundamental: "Que podamos estar con la familia y que la familia esté bien". Es el ambiente en las calles de los municipios más afectados por la DANA, donde no faltan mensajes optimistas en las fachadas y en las voces, sabias, de vecinos veteranos. "Esto se va a arreglar" asegura Ramón, vecino de Sedaví "Lo material va y viene y el dinero va y viene". También se percibe la gratitud emocionada de quien pudo salvar a todos los suyos. Gente que merecerá, hoy y siempre, el calor de nuestro abrazo.
