La lluvia continúa azotando Buñol, reavivando el recuerdo de la reciente catástrofe que la localidad vivió debido a las fuertes precipitaciones. El agua, que llega directamente del embalse de la Forata, ha dejado a un coche atrapado y ha vaciado las calles, con pocos transeúntes atreviéndose a salir. Ante la persistencia de las lluvias, la Generalidad ha emitido un aviso de alerta naranja y ha instado a los ciudadanos a evitar desplazamientos innecesarios. La Dirección General de Tráfico (DGT) también ha respaldado esta restricción de movilidad.
El desbordamiento de los embalses, como el del Regajo, ha provocado una fuerte crecida del río Gaibiel, mientras que en Nules, la desembocadura del río Palancia está siendo vigilada con especial atención. A pesar de estar acostumbrados a estos fenómenos, las autoridades locales subrayan la importancia de la precaución y la preparación.
Además, en respuesta a la alerta meteorológica, colegios y centros de salud han sido cerrados para evitar riesgos. Las autoridades siguen monitoreando la situación, mientras los ciudadanos se mantienen alerta ante el peligro inminente.

