El rescate de la banca pública nos ha costado hasta la fecha a los contribuyentes unos 60.000 millones de euros. El de la banca privada sólo nos ha costado dinero a los accionistas.
Europa tiene dos opciones: continuar por el camino que conduce al suicidio lento y doloroso o tomar medidas mucho más contundentes que las que criticaban a Israel.
La violencia llegó a ser tan formidable que se precisó de helicópteros para reponer las banderas en los ayuntamientos. Hasta que llegó Velasco y mandó parar.
Si algo caracteriza al Gobierno de Manuela Carmena es que la capacidad que le falta para gestionar la ciudad le sobra para encontrar formas de colocar a gente.
Si los votantes del PP o Cs exhibieran el rigor del Bernabéu, otro pelo nos correría. Por desgracia, en el centro-derecha nos hemos acostumbrado a jugar al empate.
He aquí una visión que contradice la imagen de la movilización entusiasta de los españoles en la contienda y pone en cuestión el relato heroico difundido desde entonces.