Todos tus amigos nacionalistas mienten como pequeños bellacos cuando dicen que el castellano es una lengua ajena a Cataluña y de muy reciente y forzada adopción.
Tan cobardes son los separatistas, que serían incapaces de llegar hasta donde lo han hecho de no ser porque tienen enfrente a unos tan cobardes como ellos.
El hecho de que unos problemas colectivos tan acuciantes sean irresolubles se explica por el empeño que pone la gente corriente en que se ocupe de ellos el Estado.
Sería una marrullería que los hispanoamericanos resentidos contra España pretendiesen realizar sus ideales indigenistas en los proyectos del nacionalismo catalán.