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"Zapatero y Rajoy carecen de carisma para hacer las reformas necesarias"

"Para afrontar las reformas necesarias necesitamos unos políticos con peso y carisma; y no veo en Zapatero ni Rajoy ni lo uno ni lo otro". Éste es el pesimista análisis de Juan Rubio-Ramírez, quien alerta: "Hay que bajar el gasto en pensiones, sanidad y salarios públicos".

No es necesario vivir en España para percibir la preocupante realidad de los más de 4,5 millones de parados, del descontrolado déficit público o de un sistema financiero cada vez más en entredicho.

Juan Rubio-Ramírez es doctor por la Universidad de Minnesota y uno de los economistas españoles más prestigiosos del momento. Actualmente, es profesor de Economía en la Universidad de Duke y colabora con uno de los blogs más exitosos entre el público español, Nada es gratis, que publica en la página de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

Con la distancia que le da su vida al otro lado del Atlántico y la profundidad del estudioso concienzudo, disecciona con precisión y agudeza la realidad económica española. En esta entrevista (la primera de una serie con reconocidos profesores españoles que viven en el extranjero), analiza la situación de las cuentas públicas.

Pregunta (P): ¿Qué tres medidas tomaría usted mañana para relanzar la economía española?

Respuesta (R): Hay dos cuestiones básicas que debemos tratar. Una es conseguir que la economía española vuelva a crecer y así crear empleo, y otra es reducir los altos niveles de incertidumbre sobre nuestra capacidad de pagar nuestros compromisos de deuda.

Para conseguir crear empleo es necesario reformar el mercado de trabajo y, así, hacer más atractivo para los empleadores contratar a nuevo personal. Para la segunda es ahora más necesario que nunca encontrar espacio para reformar tanto nuestro sistema nacional de salud y de pensiones, que parecen abocados a convertirse en insostenibles dada nuestra estructura poblacional.

P: Una de las cuestiones más preocupantes es el estado de las cuentas públicas (Déficit del 11,4% del PIB en 2009 y previsión del 10% para este año). Las especulaciones sobre si España será capaz de hacer frente a todas sus obligaciones recorren los mercados en los últimos días y ya no es extraño ver titulares en los que se compara la situación hispana con la griega. ¿Cree posible que España acabe necesitando un rescate de la UE y del FMI?

R: Creo que las reacciones de los mercados de los últimos días a la situación de la deuda española se corresponden más a un efecto contagio que a una lectura real de la situación económica española. Si bien es verdad que España tiene graves problemas de déficit público, que no son más que un reflejo de los altos niveles de desempleo y el hundimiento de los ingresos del Estado, no creo que esta situación pueda desembocar en una situación de bancarrota, al menos a corto plazo. En pocas palabras: España no es Grecia hoy. Otra cosa son los problemas de deuda a largo plazo.

España se puede convertir en Grecia en un futuro no muy lejano. España, como casi todas las economías occidentales, tiene graves problemas para financiar sus promesas de transferencias a largo plazo. Recordemos que en la mayor parte de los países la contabilidad nacional sólo obliga a los gobiernos a reflejar los déficit de caja, es decir, pagos menos cobros, y no las deudas contraídas a más largo plazo relacionadas con pensiones (u otros gastos sociales relacionados con el envejecimiento de la población) o sanidad.

La mayoría de las predicciones que tenemos sobre el comportamiento futuro de estas dos partidas de gasto son para asustar y claramente insostenibles. (Léanse las diversas entradas sobre estos temas en el blog en el que participo www.nadaesgratis.es).

Y lo peor es que más difícil que reducir el déficit a corto plazo, me parece a mí, es reducir los niveles compromiso de gasto futuro y, por tanto, de deuda pública, asociados a dichas partidas. ¿Por qué? Como demuestra las reacciones de la oposición española a la subida del IVA y el plan del gGobierno para alargar la edad de jubilación, los incentivos políticos para apoyar tales reformas son desastrosos.

Si el Gobierno (más por necesidad que por otra cosa) reconoce que uno de sus programas sociales está en crisis y debe ser reducidos, lo razonable (desde un punto de vista de supervivencia política) es que la oposición lo niegue y acuse al Gobierno de ser la causa y nunca la solución a dicho problema. Eso hace que los problemas se alarguen y amplíen.

P: Algunos informes hablan de que España es “demasiado grande para ser rescatada”, por lo que nuestra situación es más peligrosa que la griega, ¿está de acuerdo?

R: Condicional a que España estuviera en bancarrota, sí que es verdad que es mucho más grande que Grecia (unas 5 veces más o menos) y sería muy difícil rescatarla, pero quiero dejar claro que no creo que sea necesario rescatar a España hoy en día.

P: Hace dos meses se preguntaba en su blog si “era creíble el plan de estabilización” del Gobierno y se respondía que no. Ahora, tras el Pacto de Zurbano y las últimas medidas anunciadas, ¿sigue pensando que el Ejecutivo no logrará cumplir con sus objetivos de reducción del déficit público?

R:
A mí me parece que todas estas cosas son, en gran parte, para la galería. España gasta mucho dinero en pensiones, en sanidad y en salarios públicos y hasta que estas tres partidas de gasto no se bajen (o no se lleguen a acuerdos para bajarlas en el futuro cercano) de forma creíble todo lo que se anuncie es para quedar bien de cara a los medios. El problema es que los mercados ahora no se creen nada y quieren acciones en vez de promesas.

P:
También ha defendido subir el IVA, ¿no cree que es demasiado pronto para poner un peso, aunque sea pequeño, sobre un consumo todavía débil?

R: Yo creo que subir el IVA es el menor de los males si queremos reducir el déficit a corto plazo. Aunque es verdad que, como he dicho antes, son mucho más problemáticos los déficits futuros que los corrientes, los mercados están muy observadores de las reacciones y propuestas del Gobierno y cualquier cosa que ayude a reducir el déficit a corto plazo nos ayudará a salir de este problema de credibilidad lo antes posible.

Claro, que siempre está el miedo de si la medida puede afectar al crecimiento. Seguro que lo hará, pero de las medidas posibles (y aceptando que hay que hacer algo para reducir el déficit a corto plazo) ésta es la que la teoría económica nos dice que es la menos distorsionante y, por tanto, la que tendrá menos efectos negativos sobre el crecimiento.

P: El diferencial de la deuda española a diez años y la alemana está disparado (el 5 de mayo, día de la entrevista, la prima de riesgo supera los 120 puntos básicos), ¿podrá soportar el Tesoro español esta situación durante mucho más tiempo?

R: Dado que los niveles de deuda del estado son bastante bajos comparados con otros países en problemas, los efectos no tienen por qué ser muy grandes y la situación se puede sostener (aunque es muy difícil saber hasta cuando la verdad).

Sobre cómo se puede cambiar la tendencia. Hay dos factores importantes que están afectando este diferencial. Primero la incertidumbre asociada al problema griego, y segundo la lentitud y poca credibilidad del Gobierno español en afrontar los 3 retos de gasto que antes he nombrado.

Hay un tercer factor que a mí también me parece importante. Aunque es verdad que el Gobierno tiene poca credibilidad, los mercados también entienden que la oposición tiene también poca. Las respuestas del PP a la subida del IVA y la propuesta de reforma de las pensiones han demostrado que el PP, al menos en estos momentos, está más preocupado de ganar elecciones que de solucionar los problemas del país. Y claro, eso tampoco gusta.

P:
La decisión de S&P de rebajar la nota de España desató un terremoto en las bolsas, ¿cree que está justificada la medida de la agencia de calificación?

R: Yo creo que la incapacidad del Gobierno y oposición de solucionar los problemas de déficit justifican la bajada por sus consecuencias a largo plazo.

P:
Hace unos meses nos hacíamos eco de una entrada de su compañero Luis Garicano en la que alertaba de que España necesitaba 225.000 millones de euros en 2010, ¿encontrará compradores a los que colocar esa cantidad de deuda?

R: Sí, no creo que haya problema. La cuestión es a qué precio. 120 puntos básicos son muchos para mantenerlo por un largo periodo de tiempo.

P: Por último, en este informe (encontrado en Nada es Gratis) se recogen ajustes fiscales en Europa en las dos últimas décadas, ¿cree que España lo conseguirá?

R: En la historia reciente de España se han conseguido hacer grandes ajustes. Sobre todo en los gobiernos de González y el primero de Aznar. Pero hoy nos enfrentamos a dos problemas. Uno, que los ajustes deben ser más grandes que los afrontados por ninguno de estos gobiernos. Recortar pensiones o gastos de sanidad es más difícil que congelar salarios públicos (aunque este gobierno no parece dispuesto ni a eso).

Y dos, me parece que nos enfrentamos a un vacío político que no nos ayuda. Para afrontar las reformas necesarias, y ya mencionadas, necesitamos de unos políticos con el peso y carismas políticos necesarios para llevarlos a cabo. No veo ni en Zapatero ni Rajoy ni lo uno ni lo otro.

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