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La abstención gana al sí en la votación del decreto de reforma laboral

La mayoría simple salvó el decreto de la reforma laboral en el Congreso. La abstención de PP, CIU, PNV, UPyD, UPN y el socialista, Antonio Gutiérrez, suman 173 votos. Esto frente a los 168 del PSOE que se quedó sin uno. Una "derrota moral" apuntan fuentes parlamentarias.

Parecía imposible ajustar más las votaciones en el Congreso de los Diputados. La del decreto del Plan de Ajuste salió adelante con un sólo voto de margen. En esta ocasión, ni eso.

Es una “derrota moral” de Gobierno, como reconocen fuentes parlamentarias pero también “una victoria real”. El panel de votaciones ha sido el ya desvelado horas antes por los portavoces: 173 abstenciones: de PP, CIU, PNV, UPN, UPyD y el diputado socialista, Antonio Gutiérrez; 168 a favor: del PSOE, que pierde uno de sus habituales 169; y 8 votos en contra: de la izquierda parlamentaria: IU, ERC, ICV, BNG y Na-Bai.

Traducido: lo que ha salvado al Gobierno es el trámite: la mayoría simple. Si no fuera por ello, habría perdido el partido. Es la única explicación a que la aritmética parlamentaria se haya impuesto a la lógica matemática. 168 votos a favor han ganado a 173 abstenciones. Es además la vía por la que los grupos parlamentarios optan por facilitar la tramitación e iniciar su debate en la cámara baja como Proyecto de Ley.

Es el mismo escenario que le planteaba Libertad Digital esta mañana al Portavoz parlamentario socialista, José Antonio Alonso. “Se equivoca usted en sus cálculos” decía Alonso ante las preguntas de Libertad Digital. “Hay que esperar hasta esta tarde”. Más tarde, fuentes de la dirección del PSOE descartaban a este periódico que esto suponga una “derrota moral”. “Puedes interpretarlo como quieras, pero si ganamos, ganamos, al margen de la abstención”, replicaban estas fuentes en referencia a que la abstención gane esta tarde al voto a favor.

Reunión Zapatero-Ridao

La expectación se había disparado cerca de las nueve de la noche. Minutos antes de la votación, el Presidente del Gobierno se reunía durante unos diez minutos con el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao. Las cámaras se concentraban en la puerta de una de las salas contiguas al hemiciclo, donde, a su salida, Ridao anunciaba que Zapatero había reconocido que había que “acotar determinadas condiciones del despido”. También le preguntaban al jefe del Ejecutivo, que ha resumido el encuentro en “hay que seguir trabajando”.

Trámite parlamentario

A partir de ahora el trámite es el siguiente: el órgano rector de la cámara, la Mesa, ha de calificar el real decreto ley aprobado hoy por el Pleno. Esto podría ocurrir “mañana mismo después del pleno” según fuentes de la dirección del grupo socialista. De ahí, la Mesa remitiría el acuerdo a la Comisión de Trabajo, que comenzaría a trabajar en el articulado, es decir, las enmiendas de los grupos parlamentarios al texto del Gobierno.

La intención del ejecutivo, expresada por Zapatero, es que los trabajos en dicha comisión se realicen durante “julio y agosto” si es necesario, por lo que el acuerdo podría producirse durante el verano. Todo esto, teniendo en cuenta que se apruebe el real decreto ley por la vía de urgencia. De momento, dos grupos parecen que consiguen la mayoría necesaria para cumplir este objetivo: PSOE y CIU.

Corbacho, erre que erre

Todo en un debate en el que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, leía al pié de la letra su discurso escrito, repartido a los periodistas. No se salía una línea del guión, pero sí que ha tomado aire y largos silencios a la hora de pedir “responsabilidad” a los grupos parlamentarios para que se sumaran a la convalidación del decreto ley de la reforma laboral. Y eso a pesar de que ha vuelto a decir que esta reforma “por sí sola no crea empleo”.

Rapapolvos de los grupos

“Hoy es un día histórico”,comenzaba Joan Herrera, de ICV, en la fijación de posiciones, no precisamente con ánimo optimista. “Un día triste, hasta usted ha reconocido que su reforma no generará empleo”. Le seguía su compañero de grupo, Joan Ridao, de ERC: “Es la reforma al estilo ZP. Parece una cosa, arañas, y sale otra”. Uxue Barcos, portavoz de Nafarroa Bai, era la siguiente: “ha fracasado el Diálogo Social. Lo que nos propone la reforma es el abaratamiento del despido”.

También la abstención tomaba la palabra en boca de Carlos Salvador, de UPN. “Insuficiente e incompleta”.Y su compañera del Mixto, Rosa Díez, de UPyD le completaba: “Ni moderniza ni clarifica ni resuelve los problemas del empleo y no es en la que ustedes creen”. Desde el PNV, Emilio Olavaria se indignaba con la posibilidad de despedir con 20 días de inmnización para las empresas con pérdidas: “¿qué están diciendo ustedes? ¿va en broma o en serio? ¡Se abarata el precio del despido a más de la mitad, señor ministro!”.

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