
Dentro de la escandalosa derrota que Estudiantes sufrió este miércoles en Barcelona hubo un nombre propio que brilló por encima de todos, el de Antoine Wright, quien firmó la peor actuación de la historia del baloncesto español desde que éste computa las estadísticas indivudales.
El alero, que en la primera jornada fue de los mejores de la ACB al firmar 25 de valoración con 22 puntos anotados, vivió una noche aciaga en el Palau: falló todo lo que tiró –siete tiros de dos, tres triples y dos tiros libres-, no capturó ningún rebote ni repartió ninguna asistencia, perdió cinco balones, y terminó expulsado por cinco faltas.
Desde 1990, año en que la ACB comenzó a computar las estadísticas para la valoración –esto es, todos los puntos anotados, rebotes, asistencias, tapones, robos y faltas recibidas suman en positivo, mientras que los tiros fallados, pérdidas de balón, tapones recibidos y faltas cometidas suman en negativo- ningún jugador había logrado una actuación tan nefasta. Hasta entonces, el "récord" lo ostentaban Berni Rodríguez, Rico Hill y Dani Pérez con –13.