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Beckham mete a los Galaxy en la final de la MLS

El equipo de Los Ángeles ha cumplido los pronósticos ante el Real Salt Lake, al que ha ganado por 3-1 en la final de la Conferencia Oeste.

El rival de Los Angeles Galaxy en el partido por el título de la Liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos (MLS), el próximo 20 de noviembre en el Home Depot Center de Carson (condado de Los Ángeles), será el Dynamo de Houston, que se ha proclamado campeón de la Conferencia Este al ganar en la final por 0-2 al Sportings Kansas City.

La victoria permite ante el Real Salt Lake permite a los Galaxy disputar el título de campeones y, de paso, vengarse de la derrota que sufrió en la gran final de 2009, cuando el conjunto de Utah se impuso en la prórroga.

Los Galaxy estuvieron siempre por delante en el marcador desde que al minuto 22, el árbitro del partido, Jorge González, señaló un penalti y Landon Donovan engañó al portero del Real Salt Lake, Nick Rimando, que se tiró al lado contrario por donde entró el balón. Sin embargo, el Real Salt Lake reaccionó y a los 25 minutos conseguía el gol del empate por mediación del delantero costarricense Álvaro Saboría, que remató de cabeza un balón que antes había tocado el defensa colombiano Jamison Olave.

Ambos equipos pudieron haberse ido al descanso con la ventaja, si primero un tiro potente del irlandés Robbie Keane no hubiera pegado en el poste izquierdo de la portería defendida por Rimando cuando se cumplía el minuto 32. La mala suerte de los Galaxy también la iba a tener en el tiempo de descuento el Real Salt Lake después que el centrocampista Kyle Beckerman disparó potente y el balón se estrelló contra el poste derecho del arco defendido por el portero Josh Saunders.

Con el empate a 1-1 en el marcador concluyeron los 45 minutos y de nuevo iba a ser una toque magistral de Beckham el que estableciese la diferencia, cuando en el minuto 58 le puso un balón perfecto desde la derecha al delantero y goleador Mike Magee, que de cabeza consiguió el 2-1 de los Galaxy. Una vez más, el Real Salt Lake buscó el empate y pudo haber llegado al minuto 60 si otro disparo de izquierda, del delantero argentino Fabián Espíndola, no se hubiese estrellado en el travesaño del marcado defendido por Saunders, ya batido.

El factor suerte volvió a estar de nuevo del lado del Galaxy, que iba a sentenciar el partido y el triunfo cuando, al minuto 68, Keane, que fue junto con Beckham los jugadores decisivos del equipo angelino, en jugada individual penetró en el área del Real Salt Lake para superar el marcaje de Olave y por bajo batió a Rimando. El delirio se apoderó de los 23.437 espectadores que llenaron las gradas del Home Depot Center y Keane corrió hacia uno de los laterales para celebrarlo con ellos.

El tercer gol pesó ya como una losa en el ánimo y juego del Real Salt Lake, que volvió a demostrar su gran nivel de juego, pero esta vez no tuvo la suerte de los ganadores de su lado y los Galaxy, dos años después se desquitaba de una de la mayor frustración que había tenido desde que Beckham llegó al equipo en 2007.

Los Galaxy llegan a la final como el gran favorito al tener la ventaja de campo y la mejor marca durante la temporada regular, mientras que el Dynamo es de alguna manera la gran sorpresa por la irregularidad que mantuvo en su juego, aunque al final se convirtió en uno de los equipos más sólidos en defensa.

El Dynamo, que vuelve a la final de la MLS por primera vez desde 2007 cuando ganó su segundo título consecutivo, tendrá ya asegurada la baja importante de su mejor jugador, el centrocampista Brad Davis, que resultó lesionado en la segunda parte frente al Sportings y no podrá estar recuperado para el 20 de noviembre.

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