¿Y quien le contado que de lo que cobra es deporte? Es simplemente un "Espectáculo de habilidad y competición física" como es el Circo, los Toros, etc.,etc. Y los comentaristas son mera parte del espectáculo.
Es ridículo, sin duda, solo escuhar el vociferio de carrusel deportivo ya te hace a la idea.
Pero de que te quejas si eres más malo que un dolor. Árbitro de cámara del villarato. Prototipo de la inquina nazionalista contra todo lo que huela a Madrid o a España. No hay más que mirarte para darse cuenta de que eres un engreído enamorado de tu propia estupidez y que te sabes protegido por el hampa federativa. No sirves ni para pitar en un patio de colegio.
No voy a defender la bazofia del Sálvame y la Noria, y mucho menos a los repugnantes programas deportivos atestados de verduleras chillonas que pueblan las distintas cadenas, Dios me libre. Pero que este sujeto, payaso mediático donde los haya, empiece a despotricar contra las cadenas que le han ensalzado y se queje de que se le pida un poquito de imparcialidad con el Madrid, es de traca.
Joder, nunca pensé que iba a estar de acuerdo con Iturralde, no me lo puedo creer
La mayoría de los programas deportivos,(tanto tv como radio), son norias de feria. Cada día se superan a peor
Anda, mira, otro que se ha dado cuenta. Se pasan los días preparando los partidos, comentándolos, y arbitrándo según el color , y ya lo último sancionando a los jugadores del equipo contrario.
Y no se cortan un pelo.
Mira si eres dado al espectáculo, chaval, que en vez de estar callado en la víspera del partido de la polémica vas y sales con esto. ¿Es que tanto te molesta que te hayan pedido que por una vez arbitres al Madrid con justicia? Que no te pedimos que nos regales nada, oyes.
Efectivamente. MARCA es "Sálvame" y El Mundo Deportivo es "La Noria". Tanto Telecinco como los periódicos deportivos son un claro reflejo de la sociedad española.
Este ha descubierto America. La prensa deportiva es tan mala como la del corazón, y muchos periodistas son hinchas con micrófono, si quieren hinchas en los programas que contraten a los de a pie. Que por lo menos no mienten en su profesión.