Una de las frases más comunes en el mundo del fútbol dichas por entrenadores y jugadores es: "No tiene ningún sentido discutir con los árbitros, ¿cuándo se les ha visto cambiar de opinión?"
Muy pocas veces pasa, pero puede ocurrir. Sucedió en un partido en Vietnam y este hecho da esperanzas a los futbolistas del mundo entero a la hora de dialogar con los árbitros.
El Hai Phong estaba perdiendo por 2 a 0 en la V-League ante el Thanh Hoa, cuando el defensa Huu Phuoc derribó dentro del área a uno de los rivales. El árbitro, sin dudarlo, pitó penalti y le sacó la segunda tarjeta amarilla. El jugador amonestado se quitó la camiseta y encaminó su marcha al túnel de vestuarios. El propio Phuoc parecía no tener muchas quejas sobre la expulsión.
Finalmente, y gracias a las quejas de sus compañeros y la colaboración del linier, el árbitro reconsideró la jugada, pidió disculpas al jugador y le quitó la amarilla. La acción se resolvió con saque de puerta. El partido terminó con victoria local por 3-0.