Colabora

Demasiado Kiel para el Atlético

El conjunto colchonero se vio superado en todo momento por el conjunto alemán, que terminó imponiéndose por cuatro tantos.

El Atlético de Madrid se ha quedado nuevamente a las puertas de la gloria europea, y veintisiete años después de perder la final de la Copa de Europa ante la legendaria Metaloplastika serbia, ha vuelto a caer en la final de la Liga de Campeones, tras ser derrotado por 26-21, en Colonia, ante otro equipo de leyenda, el Kiel alemán.

"La clave estará en la defensa", como si de un mantra se tratase los jugadores y técnicos del conjunto español no se cansaron de repetir una y otra vez en la previa la necesidad de blindar su portería para poder derrotar al todopoderoso campeón alemán. Los de Dujshebaev lograron traducir sobre la pista estas palabras en una intensísima defensa, que de inicio logró sacar de foco a las rutilantes estrellas del Kiel, en especial al checo Filip Jicha, autor de once tantos en la semifinal con el Füchse Berlín, que tardó trece minutos en anotar su primer gol.

Una circunstancia que no desaprovechó el Atlético, que explotó magníficamente con el pivote Julen Aginagalde los espacios dejados por la defensa 5-1 del conjunto alemán, para tomar una ligera ventaja (3-5) en el marcador.

Pero ni la excelente defensa del club rojiblanco bastó para frenar al sueco Kim Andersson, otra de las luminarias del equipo germano, que se encargó de mantener a flote al Kiel con sus potentes zurdazos a los que el Atlético nunca supo dar respuesta

Lo mismo que para la defensa 6-0 a la que recurrió el Kiel para contener el juego con el pivote del Atlético de Madrid, que sin posibilidad de conectar con Julen Aginagalde, y carente de lanzamiento exterior, dada la gris labor de Lazarov y Markussen, se atascó definitivamente en el marcador.

Un colapso que propició la remontada del Kiel, que no sólo logró igualar el tanteador, sino situarse con una inquietante ventaja de cuatro goles (13-9), tras un contundente parcial de 6-0, que los de Dujshebaev apenas pudieron reducir (13-10) a la conclusión de la primera mitad.

Los rojiblancos fueron incapaces de reducir esta renta en el arranque de la segunda mitad, pese a disponer hasta en dos ocasiones de superioridad numérica, ante la irrupción del portero francés Thierry Omeyer, dispuesto a reclamar su cuota de protagonismo en la gran final.

Lo mismo que el checo Filio Jicha, que despertó del letargo en el que vivió durante toda la primera mitad con dos goles casi consecutivos que elevaron la renta de los alemanes a unos ya casi insuperables cinco goles (19-14) a poco más de diez minutos para el final.

Tiempo en el que el Atlético, pese a su reacción final, fruto más del carácter ganador de los rojiblancos que de una mejoría de su juego, nada pudo hacer por evitar el triunfo (26-21) del Kiel alemán, que evidenció una vez más su condición de mejor equipo de Europa, en una temporada en la que los de Alfred Gislason tan sólo han perdido un encuentro en competición oficial.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario