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El Madrid busca dar el golpe definitivo

El equipo de Pablo Laso está a sólo un paso de conseguir su Liga número 31. El Barça deberá mejorar mucho la imagen dada el lunes.

Marcelinho Huertas (i) intenta marcharse de Sergio Llull (d). | EFE

En el primero partido le salvó un milagro de Huertas, en el segundo dejó escapar la victoria en los minutos finales y en el tercero fue arrollado por un Real Madrid estelar y, por tanto, el Barcelona Regal deberá dar un giro radical a su imagen y mejorar ostensiblemente sus prestaciones si desea forzar un quinto encuentro y ganarse el derecho a que la Liga se decida en el Palau.

No lo tendrá fácil el equipo de Xavi Pascual, que el lunes vio cómo los jugadores blancos pasaban por encima de sus hombres como una apisonadora (85-59). Fue un partido de pesadilla, una vía crucis para el Barça, que sólo aguantó el tipo hasta el 25-23 con el que acabó el primer cuarto.

Esos 26 puntos son además la segunda máxima en un playoff en la historia de la ACB. La primera corresponde, curiosamente, al conjunto azulgrana contra el Real Madrid (83-55) en la temporada 1999-2000. La mejor defensa del campeonato (65 puntos encajados por partido) ha visto como en estas eliminatorias al título el mejor ataque le ha metido 80 puntos por encuentro.

El lunes, ni siquiera hizo falta que a los jugadores de Pablo Laso les entraran los triples, porque capturaron nada menos que 48 rebotes, 48 nuevas opciones de mirar el aro, lo que da una idea de la escasa intensidad con la que los azulgranas saltaron a la pista del Palacio de Deportes.

Huertas, Vázquez, N'Dong y Eidson acabaron el partido con valoración negativa. Lo mismo que Sada, Wallace, Rabaseda y Eidson, en el segundo, y Huertas, Wallace e Ingles en el primer choque de la final. Demasiados jugadores desconectados, demasiados azulgranas deambulando por la pista en una finalísima contra el eterno rival.

Además, el Barça solo sumó 6 asistencias por las 19 del Real Madrid, lo que confirma que, en ataque, sigue atascado y que una vez más fue incapaz de jugar como equipo. Mucho deben cambiar, por tanto, las cosas para el conjunto azulgrana, porque pese a que el 1-2 dice que aun sigue vivo, las sensaciones, las estadísticas y el juego lo convierten prácticamente en un equipo desahuciado.

La historia, que dice que en cuatro de las cinco ocasiones que ha habido un 1-2 en un playoff al título no se ha llegado al quinto partido, también juega en su contra. Para cambiar toda esta dinámica negativa al equipo de Pascual necesita mucho más que defender. Necesita que además de Lorbek o Navarro o Mickeal, Huertas, Eidson, Vázquez o un tocado N'Dong den un paso adelante en esta serie.

Ni en la final de Copa del Sant Jordi ni en la Final a Cuatro de Estambul lo hicieron. Y este Barça ya ha fallado demasiado en los momentos cruciales de la temporada.

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