De Bonisegna a Beckenbauer, de Tardelli a Müller, de Schnellinger a Gigi Riva, de Ballack a Pirlo... Son nombres en la historia de un duelo mítico que Italia y Alemania revivirán esta noche en la segunda semifinal de la Eurocopa en el Estadio Nacional de Varsovia. El vencedor se medirá el domingo a España en la finalísima de Kiev.
Muchos han quedado en la memoria y este jueves los germanos intentarán por fin eliminar a los transalpinos en la búsqueda de la eterna revancha.
Nadie olvida aquel encuentro del Mundial de México'70 en el que Italia ganó por 4-3 a la Mannschaft en semifinales con una prórroga épica. Ni la celebración de Tardelli en la final de España'82, gritando con toda su alma un gol que daba la victoria a la azzurra. Ni aquella semifinal de Alemania 2006, con Andrea Pirlo sobre el campo, con triunfo para el conjunto transalpino de Marcello Lippi, con goles de Fabio Grosso y Alessandro Del Piero.
Pirlo estará de nuevo en el césped del estadio Nacional de Varsovia ocho años después para intentar amargar la existencia a un equipo que nunca ha eliminado ni ganado a Italia en una fase final de un gran campeonato. En total, son siete enfrentamientos en fases finales, con un saldo de tres victorias azzurras y cuatro empates. Todo derrotas para la Mannschaft.
Pero Alemania quiere cambiar la historia y convertir esta Eurocopa en suya. Desde que eliminaran a Grecia, los hombres de Joachim Löw pasan los días intentando espantar todos los fantasmas de la historia y la estadística que acechan para este encuentro. En la concentración germana muchos han alzado la voz para pensar en el futuro y no en el pasado. "Creo que en el fútbol no hay revancha. La derrota de 2006 no se puede compensar. El pasado no importa. El hecho de que no hayamos ganado a Italia no importa", ha dicho Löw. "La última vez fue hace seis años. Lo viví muy de cerca, fue en nuestro país, pero ahora son dos equipos nuevos. Lo hemos preparado bien, que es lo que cuenta", sostiene Miroslav Klose.
Con esa confianza saldrá el Panzer alemán al campo. El juego que han desplegado a lo largo de la Eurocopa, con pleno de victorias en cuatro encuentros, es su principal aval. Con Grecia cogieron impulso y asombraron apoyados en jugadores jóvenes.
Ésa es la duda del duelo, si Löw apostará por las nuevas generaciones, con Schürrle y Marco Reus sobre el campo, o si devolverá la confianza a Podolski y Thomas Müller. Mientras, el enigma de Schweinsteiger parece resuelto y jugará en el centro del campo tras recuperarse de unas molestias en el tobillo. En la delantera, Klose y Mario Gómez se disputarán un puesto hasta el último momento, aunque el ariete del Bayern, máximo realizador del torneo con tres dianas, tiene ventaja.
En el otro lado, todo son buenas noticias para Cesare Prandelli. Sus tres hombres tocados, Giorgio Chielini, Ignazio Abate y Daniele De Rossi, estarán disponibles para el choque. Una semifinal de una Eurocopa bien lo vale. Así que los dos primeros formarán junto a Bonucci y Barzagli la línea defensiva. Con Buffon en portería completan el 4 de 5 de la Juventus.
Por lo demás, todo apunta a que De Rossi volverá a formar en la medular junto a Andrea Pirlo y Marchisio, mientras que Montolivo, tras su magnífico encuentro ante Inglaterra, será el enlace con los delanteros. Ahí radica la única duda italiana. Y no en Balotelli, indiscutible para Prandelli, sino en Cassano. Tras la exhibición de Diamanti el domingo, el jugador del Bolonia amenaza la titularidad de Fantantonio.
Alineaciones probables
Alemania: Neuer; Boateng, Hummels, Badstuber, Lahm; Khedira, Schweinsteiger; Müller, Özil, Podolski; y Mario Gomez
Italia: Buffon; Abate, Bonucci, Chiellini, Balzaretti; De Rossi, Pirlo, Marchisio; Montolivo; Balotelli y Cassano o Diamanti.
Árbitro: Stéphane Lannoy (Francia).
Estadio: Nacional de Varsovia. 20:45 (Telecinco)