Tras la victoria ante Senegal, algunas alarmas se encendieron en el seno de la selección española. En la zona mixta del Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, Pau Gasol, cuestionado por su estado físico, y tras descansar en la recta final del duelo, admitió encontrarse "ahí, ahí", dejando bastantes dudas.
Y es que, pese a estar más que acostumbrado en la NBA a jugar partidos varios días de forma consecutiva, la sobrecarga que lleva el pívot español en sus piernas es considerable, con cinco partidos en seis días en Granada, y un nuevo enfrentamiento en Madrid tras apenas un día de descanso, con viaje hasta la capital de España incluido.
Todo ello, en un jugador de las dimensiones de Gasol, con 34 años ya cumplidos, es sin duda un hecho a tener en cuenta, más aún cuando el equipo de Juan Antonio Orenga está jugando a un altísimo ritmo, y Pau es, tras su hermano pequeño Marc, el segundo jugador con más minutos de media sobre la cancha, superando los 25 por partido.
Precisamente Orenga quiso ejercer de bombero en la rueda de prensa tras la clasificación para los cuartos de final, descartando de forma tajante que las molestias de su gran estrella fueran algo demasiado serio.
Sin duda, la mejor noticia ahora es que, hasta el duelo del miércoles ante Francia (22:00 horas), España tendrá tres días de descanso, tras lo que se espera que el jugador de los Bulls esté perfectamente recuperado para afrontar el poderío físico y velocidad de los interiores galos.
La gran carga de partidos inicial ya ha pasado, y no queda otra ya que quemar las naves en busca del partido del domingo 14 de septiembre en el Palacio de Deportes, donde se disputará la medalla de oro y en el que España quiere estar a toda costa. Para ello, habrá que superar al menos dos obstáculos más, comenzando por Francia el miércoles, y siguiendo, si se bate a los de Vincent Collet, frente a Brasil o Serbia el viernes.
Y desde luego, si Pau Gasol está al cien por cien, el objetivo parece mucho más cercano. Por eso preocupa tanto dentro del grupo la posibilidad de que eso no fuera así.