Miapuesta.com: ¿Quién ganará en Monza?
De los cinco pilotos con serias opciones en el campeonato, tres de ellos –el alemán Sebastian Vettel, el inglés Jenson Button y el propio Alonso–, pincharon en el Gran Premio de Bélgica. Sólo el británico Lewis Hamilton y el australiano Mark Webber consiguieron puntuar y distanciarse en el Mundial.
El tiempo se agota, y tanto Fernando Alonso como Ferrari ya han cubierto el cupo de desatinos y mala suerte en sus luchas por el Mundial de pilotos y constructores. No se puede negar que las cifras son tozudas, y los 41 puntos que separan al piloto asturiano, en quinto lugar, del líder de la clasificación general, Lewis Hamilton, son demasiados. A pesar de ello, desde la escudería del Cavallino Rampante no tiran la toalla y apuestan por disputar el resto de citas mundialistas como auténticas finales.
Pero quizás no sea suficiente. Fernando Alonso no sólo depende de él mismo y del rendimiento del F10, sino que además está condicionado a lo que hagan el resto de adversarios directos. Si bien es cierto que Monza siempre ha sido territorio Ferrari, no menos cierto es que la pista milanesa no ha sido nunca una gran aliada del ovetense. Ganó en 2007 con McLaren, pero el resto de sus actuaciones en la pista italiana han sido más bien discretas. Además, Ferrari no gana en casa desde que Michael Schumacher lo hiciera en 2006, el mismo año en el que anunció que se retiraba de la competición.
A los datos históricos, que no son más que eso, datos, se añade algo más tangible y posiblemente más determinante. Y es que el F10 del piloto español deberá correr con el mismo motor que en Spa en un trazado que exige el máximo rendimiento de los propulsores.
No es Fernando el único que tiene una cita pendiente con Monza. Hamilton nunca ha cruzado primero la bandera a cuadros en Italia, y tampoco lo han hecho Jenson Button, ni Mark Webber. Esta pista es más especial, en cambio, para Sebastian Vettel. El piloto de Red Bull consiguió aquí, en 2008, la primera victoria de su carrera en la Fórmula 1 arrebatándole a Fernando Alonso la marca de piloto más joven en ganar un gran premio.
Monza, templo de la velocidad
El circuito italiano de Monza es el más rápido del Mundial, pues los monoplazas superan los 350 kilómetros por hora y los pilotos apenas levantan el pie del acelerador durante la vuelta. Se trata sin duda del escenario perfecto para medir las fuerzas de las escuderías y los pilotos busquen el límite de sus bólidos. Un circuito que, a pesar de las numerosas modificaciones que ha sufrido en el intento de mejorar la seguridad de la pista, sigue conservando la esencia de los primeros trazados en la historia de la Fórmula Uno.
Sus largas rectas exigen llevar al coche hasta su máxima velocidad y para ello los equipos se ven obligados a sacrificar la carga aerodinámica, que debe ser baja, con el suficiente tiento como para que el coche no pierda demasiada tracción y estabilidad, sobre todo en las fuertes frenadas. Cualquier error en la configuración del coche y la rapidez del trazado propician que las salidas de pista sean más peligrosas de lo habitual.
Aunque el circuito ha cambiado mucho, Monza ha sido escenario de los accidentes más graves en la historia de este deporte. En 1961, el piloto Wolfang Von Trips falleció en un accidente en el que perdió el control de su Ferrari atropellando a 14 espectadores. Nueve años después, Jochen Rindt, también a los mandos de un Ferrari, corrió la misma suerte durante los entrenamientos oficiales. El trazado italiano ya no es el mismo que entonces y a lo largo de su historia se le han ido incorporando una serie de chicanes que han rebajado la velocidad punta de los monoplazas.
Por todo, por su historia, por sus características técnicas y por el momento en el que se encuentra el mundial de Fórmula 1, el Gran Premio de Italia es la carrera perfecta que cualquier aficionado al automovilismo espera vivir cuando se sienta frente al televisor. Para algunos como Hamilton o Webber, Monza debe ser el gran premio que les ratifique como favoritos, pero para otros como Fernando Alonso es un todo o nada. Es, como el propio piloto español ha dicho, la primera de seis finales que no se pueden perder. Para ello, Ferrari y Alonso deberán estar más concentrados que nunca y echar fuera la rabia y la fuerza que el piloto ovetense ha escondido durante gran parte del campeonato.