
L D (EFE)
Respecto a la jornada de este jueves, Sastre ha resaltado que volvió a desarrollarse a un ritmo vertiginoso. La salida ha sido muy dura, con un puerto de 22 kilómetros y luego una carretera prácticamente sin un metro de llano en la que ha hecho muchísimo viento, lo que ha motivado más tensión de la normal en el pelotón, al estar abierta la parte final de la carrera", ha explicado.
Sastre también ha destacado la labor de su compañero irlandés Philip Deignan, un corredor que entró en la fuga en la jornada precedente y que volvió a repetir la acción en la decimoctava etapa. "Es un corredor joven que está luchando y ha mantenido la ilusión de todos los componentes del equipo Cervélo", ha señalado.
El abulense se siente muy protegido por sus compañeros, "que siguen estando igual de motivados y con la misma ilusión que el primer día, y han vuelto a estar cerca de mí, ayudándome a gastar pocas fuerzas y a estar siempre en posiciones delanteras del grupo para evitar riesgos innecesarios", ha concluido.