L D (Agencias) Para el presidente español, la cumbre comenzó con un apretón de manos con Bush, que trajo la ansiada fotografía de Zapatero en la Casa Blanca cinco años después de su llegada al poder. El presidente estadounidense saludó al español con un "hola, ¿qué tal amigo?", dijo estar, según fuentes de la delegación española, “encantado” de verle y le agradeció su viaje a Washington.
Pese a las sonrisas ante la prensa, el presidente no pudo evitar que quedara patente la falta de sintonía e, incluso, la tensión que existe entre ambos mandatarios. El recibimiento del español fue muy distinto al dispensado a otros mandatarios, como a Silvio Berlusconi . Tras el saludo, llegó el turno de la presentación al anfitrión de los acompañantes de Zapatero, Pedro Solbes y David Vegara , y la firma en el libro de Honor.
Tras el protocolo llegó la cena con los líderes mundiales participantes en la cumbre. Según las mismas fuentes, Zapatero pasó una velada "agradable", en la que intervino ante los jefes de Estado y de Gobierno del G-20 para reclamar medidas destinadas a la "economía real", una vez adoptadas iniciativas coordinadas para ayudar a la "economía financiera".
El llamamiento de Bush
Bush abrió el turno de intervenciones con un discurso ante los comensales en el que abogó por abordar la crisis desde el capitalismo y la economía de mercado. "Compartimos la determinación para arreglar los problemas que han llevado a la turbulencia" económica, dijo Bush en una breve intervención durante el brindis.
Tras un atril con la figura de un águila, que representa al Gobierno de Estados Unidos, el presidente señaló defendió el capitalismo como vía para salir de la crisis y afirmó que el libre mercado es "el camino más seguro hacia el crecimiento" económico. Además, señaló que "todas las naciones deben rechazar las llamadas del proteccionismo, colectivismo y derrotismo" .
Por su parte, Zapatero, que ha hecho el eje de sus últimos discursos el ataque a las políticas liberales, defendió en la cumbre la necesidad de estimular la demanda y estuvo de acuerdo en estudiar la posibilidad de "un plan de estímulo financiero a nivel mundial", una de las iniciativas puesta sobre la mesa por varios de los dirigentes del G-20.
Zapatero consideró que los últimos veinte años han sido los mejores de la economía mundial, tanto por el crecimiento económico experimentado, como por el nivel de ahorro, y estimó que la crisis del sistema financiero ha derivado en un "estancamiento total".
Según sus palabras, han fallado los mecanismos de regulación y de supervisión, pero "los fundamentos de la economía no son malos y de esta situación se puede y se debe salir". Para ello, se necesitan medidas coordinadas entre todos los países.
Un encuentro que es sólo un primer paso
Este sábado los participantes en la cumbre se pondrán manos a la obra en dos sesiones de trabajo en el Museo Nacional de la Construcción. Será el primero de una serie de encuentros para reformar el sistema financiero, según Bush.
Brasil ha indicado que la siguiente cita de los jefes de Estado tendrá lugar a finales de febrero o marzo y que "sería natural" que tuviera lugar en Reino Unido, que presidirá el G-20 desde enero.
Bush señaló que en el encuentro los participantes analizarán las causas de la crisis, revisarán las medidas de respuesta adoptadas por los gobiernos, enunciarán una serie de principios para la reforma del sistema y un plan "de acción específico" para ponerlos en práctica.
Además, reafirmarán la fe en el libre mercado , según indicó el presidente. Bush señaló que las principales naciones han coordinado sus medidas "como nunca antes". "Compartimos la convicción de que si colaboramos, podemos restablecer la economía mundial al camino de la prosperidad a largo plazo", dijo.
Pese a las sonrisas ante la prensa, el presidente no pudo evitar que quedara patente la falta de sintonía e, incluso, la tensión que existe entre ambos mandatarios. El recibimiento del español fue muy distinto al dispensado a otros mandatarios, como a Silvio Berlusconi . Tras el saludo, llegó el turno de la presentación al anfitrión de los acompañantes de Zapatero, Pedro Solbes y David Vegara , y la firma en el libro de Honor.
Tras el protocolo llegó la cena con los líderes mundiales participantes en la cumbre. Según las mismas fuentes, Zapatero pasó una velada "agradable", en la que intervino ante los jefes de Estado y de Gobierno del G-20 para reclamar medidas destinadas a la "economía real", una vez adoptadas iniciativas coordinadas para ayudar a la "economía financiera".
El llamamiento de Bush
Bush abrió el turno de intervenciones con un discurso ante los comensales en el que abogó por abordar la crisis desde el capitalismo y la economía de mercado. "Compartimos la determinación para arreglar los problemas que han llevado a la turbulencia" económica, dijo Bush en una breve intervención durante el brindis.
Tras un atril con la figura de un águila, que representa al Gobierno de Estados Unidos, el presidente señaló defendió el capitalismo como vía para salir de la crisis y afirmó que el libre mercado es "el camino más seguro hacia el crecimiento" económico. Además, señaló que "todas las naciones deben rechazar las llamadas del proteccionismo, colectivismo y derrotismo" .
Por su parte, Zapatero, que ha hecho el eje de sus últimos discursos el ataque a las políticas liberales, defendió en la cumbre la necesidad de estimular la demanda y estuvo de acuerdo en estudiar la posibilidad de "un plan de estímulo financiero a nivel mundial", una de las iniciativas puesta sobre la mesa por varios de los dirigentes del G-20.
Zapatero consideró que los últimos veinte años han sido los mejores de la economía mundial, tanto por el crecimiento económico experimentado, como por el nivel de ahorro, y estimó que la crisis del sistema financiero ha derivado en un "estancamiento total".
Según sus palabras, han fallado los mecanismos de regulación y de supervisión, pero "los fundamentos de la economía no son malos y de esta situación se puede y se debe salir". Para ello, se necesitan medidas coordinadas entre todos los países.
Un encuentro que es sólo un primer paso
Este sábado los participantes en la cumbre se pondrán manos a la obra en dos sesiones de trabajo en el Museo Nacional de la Construcción. Será el primero de una serie de encuentros para reformar el sistema financiero, según Bush.
Brasil ha indicado que la siguiente cita de los jefes de Estado tendrá lugar a finales de febrero o marzo y que "sería natural" que tuviera lugar en Reino Unido, que presidirá el G-20 desde enero.
Bush señaló que en el encuentro los participantes analizarán las causas de la crisis, revisarán las medidas de respuesta adoptadas por los gobiernos, enunciarán una serie de principios para la reforma del sistema y un plan "de acción específico" para ponerlos en práctica.
Además, reafirmarán la fe en el libre mercado , según indicó el presidente. Bush señaló que las principales naciones han coordinado sus medidas "como nunca antes". "Compartimos la convicción de que si colaboramos, podemos restablecer la economía mundial al camino de la prosperidad a largo plazo", dijo.