El "teatrillo" entre Gobierno y sindicatos continúa. En una entrevista en Público, un indignado Cándido Méndez arremete contra Zapatero, al que retrata como un presidente "metido en un callejón sin salida" y "rendido a la economía especulativa". Desde los sindicatos, insisten, quieren una "rectificación" en la reforma laboral, una exigencia que dicen que es "firme y perdurable". "Si nos invitan a hablar, hablaremos, pero nuestras exigencias se van a mantener", cuenta. Este mismo sábado, El Mundo informaba de que, en efecto, el Gobierno pensaba hablar con los sindicatos de la letra pequeña de l reforme.
Preguntado sobre sus sentimientos ante el cambio en las políticas de Zapatero, explica que siente "una enorme preocupación". Es un abandono, a su juicio, de "la economía productiva" y lamenta que haya optado por "un ajuste puro y duro". Alerta de que la huelga reflejó que su actitud "va a tener consecuencias políticas".
Respecto a su propia actuación, ni un ápice de arrepentimiento: "Estoy satisfecho de todo lo que hemos hecho. Ahora me reafirmo". Explica que en la "época dura de la recesión", su partido arrimó el hombro "para mantener las políticas de estímulo y la protección social". Y dice que en la actualidad, en un posible lapsus, "hemos arrimado el hombro con la huelga general". Añade que la protesta llegó "en el momento justo". ¿Para quién?