
LD (EFE) Durante su participación en el Foro Cinco Días, el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, ha reconocido que la aplicación de la fiscalidad verde está pactada por el PSOE e IU en las enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado. En su opinión, no supondrá la creación de más impuestos, sino que adaptará los ya existentes "para ir introduciendo poco a poco el concepto de quien contamina paga".
En declaraciones a los periodistas, Ocaña ha declarado que los "candidatos obvios" para aplicar los nuevos impuestos medioambientales son los que gravan los hidrocarburos y la matriculación de automóviles.
Aunque el secretario de Estado de Hacienda ha insistido en que "todavía no hemos tomado decisión sobre en qué línea actuar" y no se quiere comprometer "con una idea específica", considera un buen ejemplo adaptar el impuesto de matriculación o de cualquier tributo que afecte a los vehículos de tracción mecánica, dependiendo de lo contaminantes que sean. Ocaña, que también apunta la posibilidad de gravar el consumo de ciertas fuentes de energía, señaló durante su comparecencia ante la prensa aquellas que "sirven para el transporte".
Respecto a los plazos de aplicación de los nuevos impuestos medioambientales, el secretario de Estado de Hacienda no quiso dar una fecha concreta, aunque señaló que "cada impuesto requiere una ley, por lo que el plazo de duración será más cercano a un año". Por tanto, estos nuevos gravámenes se aplicarían previsiblemente a partir de 2008, tras el desarrollo normativo correspondiente, que requerirá un año.
Ocaña muestra su convicción de que, dentro de 15 años, "la cesta de impuestos dará mucho más peso a los impuestos de motivación medioambiental y menos a otros impuestos", una línea en la que se quiere adentrar el Ejecutivo porque "nos permitirá reducir el peso de otros impuestos".
No obstante, ha hecho hincapié en que "en el camino tenemos que ser extremadamente cuidadosos y no introducir distorsiones con nuestros socios comerciales", ya que si España se separa de las actuaciones de otros países en materia medioambiental "perjudicaría la competitividad de nuestras empresas". "Tenemos claro el camino que hay que seguir con prudencia y con cuidado", insiste Ocaña.
En declaraciones a los periodistas, Ocaña ha declarado que los "candidatos obvios" para aplicar los nuevos impuestos medioambientales son los que gravan los hidrocarburos y la matriculación de automóviles.
Aunque el secretario de Estado de Hacienda ha insistido en que "todavía no hemos tomado decisión sobre en qué línea actuar" y no se quiere comprometer "con una idea específica", considera un buen ejemplo adaptar el impuesto de matriculación o de cualquier tributo que afecte a los vehículos de tracción mecánica, dependiendo de lo contaminantes que sean. Ocaña, que también apunta la posibilidad de gravar el consumo de ciertas fuentes de energía, señaló durante su comparecencia ante la prensa aquellas que "sirven para el transporte".
Respecto a los plazos de aplicación de los nuevos impuestos medioambientales, el secretario de Estado de Hacienda no quiso dar una fecha concreta, aunque señaló que "cada impuesto requiere una ley, por lo que el plazo de duración será más cercano a un año". Por tanto, estos nuevos gravámenes se aplicarían previsiblemente a partir de 2008, tras el desarrollo normativo correspondiente, que requerirá un año.
Ocaña muestra su convicción de que, dentro de 15 años, "la cesta de impuestos dará mucho más peso a los impuestos de motivación medioambiental y menos a otros impuestos", una línea en la que se quiere adentrar el Ejecutivo porque "nos permitirá reducir el peso de otros impuestos".
No obstante, ha hecho hincapié en que "en el camino tenemos que ser extremadamente cuidadosos y no introducir distorsiones con nuestros socios comerciales", ya que si España se separa de las actuaciones de otros países en materia medioambiental "perjudicaría la competitividad de nuestras empresas". "Tenemos claro el camino que hay que seguir con prudencia y con cuidado", insiste Ocaña.