LD (EFE) La inyección de dinero del Gobierno, los bajos tipos de interés y la devolución de impuestos se combinaron en el tercer trimestre para que el Producto Interior Bruto (PIB) de EEUU lograra el mayor crecimiento en dos décadas. El Departamento de Comercio corrigió este martes su cálculo inicial del PIB y anunció que éste se incrementó a un ritmo anual del 8,2 por ciento, un punto porcentual por encima del preliminar y de las previsiones de los analistas.
Las ventas finales reales, un indicador que excluye los efectos de los inventarios, subieron un 8 por ciento en el tercer trimestre, el mayor incremento en un cuarto de siglo, gracias al impacto de las rebajas fiscales, al aumento de los gastos militares y a la política monetaria extraordinariamente generosa de la Reserva Federal, que estimula el consumo con los intereses más bajos desde 1958.
El gasto de los consumidores, que tuvo su mayor incremento en seis años, se benefició asimismo de las reducciones de impuestos, la devolución de tributos para las familias con hijos, la baja inflación y lo obtenido por la refinanciación de hipotecas, que tienen los intereses más bajos en cuatro décadas.
Los analistas coinciden en que la expansión del PIB tendrá un ritmo más bajo en el cuarto trimestre ya que los consumidores contarán con menos dinero procedente de las reducciones de impuestos y la refinanciación de sus hipotecas.
Aunque un índice anual de crecimiento del PIB es robusto, las fábricas de Estados Unidos siguen funcionando a menos del 74 por ciento de su capacidad productiva, un 7 por ciento menos que durante el anterior ciclo expansivo (1991-2001).