(Libertad Digital) La Comisión Nacional del Mercado de Valores ha sido motivo de escándalo permanente en los últimos meses. Las denuncias realizadas por Manuel Conthe han puesto de manifiesto que el Gobierno tiene una influencia decisiva en determinadas actuaciones del órgano regulador de los mercados, como la implicación de la Oficina Económica de Moncloa y de Carlos Arenillas en el asalto al BBVA o la actuación del Consejo de la CNMV y la del propio vicepresidente de la institución durante las OPAs a Endesa.
No es la única institución sobre la que se acumulan las sospechas. El Gobierno, en su intento de entorpecer la OPA de E.On sobre la eléctrica española, concedió nuevos poderes a la Comisión Nacional de la Energía (CNE), para que ésta pudiera frenar, o hacer menos atractiva, la compra de la española por parte de E.On. Esta decisión, más las condiciones impuestas por la CNE a la oferta de la alemana, fue duramente criticada por parte de la Comisión Europea. El empeño del Gobierno de Rodríguez Zapatero en mantenerlas le ha llevado hasta los tribunales europeos.
El Banco de España, que ha estado más a salvo de la influencia política que otros organismos reguladores, tampoco se ha librado del "aliento" del Gobierno. Tradicionalmente el gobernador y subgobernador del Banco de España se elegía por el consenso de los dos grandes partidos entre técnicos o economistas de reconocido prestigio. Ese consenso se rompió con la elección de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, un hombre del Partido Socialista, al frente de la institución. Recientemente, MAFO ha declarado que la subida de los tipos de interés no entra dentro de las preocupaciones de las familias españolas.
Los votantes del PSOE también ven necesario un cambio
Este cúmulo de situaciones, con un protagonismo claro de la CNMV, ha llevado a los españoles a preocuparse por la situación de los organismos reguladores. Según el 63 por ciento de los encuestados por Ipsos para Expansión, con encuestas realizadas entre el 11 y el 13 de mayo, las instituciones supervisoras necesitan una reforma. Esta es la opinión del 76 por ciento de los votantes del Partido Popular, pero es compartida también por el 60 por ciento de los votantes del PSOE. Únicamente el 17 por ciento de los españoles se manifiesta conforme con la situación actual.
Los empresarios españoles, según la encuesta de Sigma Dos para El Economista, coinciden esencialmente con lo que piensa la sociedad española. El 68 por ciento de los empresarios cree que la situación actual de la CNMV perjudica a España. El porcentaje es aún mayor entre las empresas con 50 ó más trabajadores, ya que alcanza el 78,3 por ciento.
Por otra parte, el 57,7 por ciento de los empresarios (o el 62,5 en el caso de las grandes empresas) cree que la posición de Julio Segura y Carlos Arenillas como presidente y vicepresidente respectivamente de la institución "no garantiza la independencia de la CNMV". La mayoría de los empresarios (el 63,8 por ciento, que es el 69,6 en las empresas con más de 50 empleados) reconoce que la CNMV actúa condicionada por el Gobierno.
Llamada de atención del FMI
La influencia del Gobierno en el comportamiento de los órganos reguladores, que ha llegado a ser decisiva en ciertas ocasiones, ha motivado la preocupación del Fondo Monetario Internacional. En un reciente informe ha pedido al Gobierno de España que garantice la "independencia" de los organismos reguladores y los aparte de cualquier influencia política.
El organismo internacional, presidido por Rodrigo Rato, ha señalado que los puntos de vista "divergentes" sobre la forma de tratar la OPA sobre Endesa motivaron la renuncia del presidente de la CNMV, Manuel Conthe. También ha indicado que su sustituto, Julio Segura, no ha obtenido el apoyo de la oposición.