L D (EFE) En el mercado de divisas, el euro ha mantenido su fortaleza frente al "billete verde", ya que se cotizaba a 1,149 dólares al cierre de la Bolsa de Madrid. Esta semana la divisa europea se ha apreciado un 2,5 por ciento frente al dólar, lo que supone el mayor ascenso de los últimos diez meses.
La zona euro tiene actualmente mayor atractivo para las inversores que EEUU y Japón, dado el diferencial de los tipos de interés con esas regiones. El banco europeo decidió el jueves mantener el precio del dinero en el 2,50 por ciento, mientras el Banco de Inglaterra también dejaba inalteradas las tasas, en el 3,75 por ciento, el nivel más bajo desde 1955. Este martes la Reserva Federal estadounidense (Fed) tomaba la misma decisión de no tocar los intereses, que se encuentran en el 1,25 por ciento, su mínimo en cuatro décadas.
El presidente del BCE, Wim Duisenberg, manifestaba el jueves que la reciente apreciación del euro "no tiene nada de excesivo" y se mostraba satisfecho de su evolución, tras agregar que el ritmo actual de apreciación es similar al de depreciación que sufrió hace dos años. El instituto de crédito europeo tampoco cree que las ganancias del euro frente al dólar tengan efectos negativos sobre las exportaciones de la eurozona y considera que la moneda única está ahora "al nivel que mejor refleja los fundamentos económicos" del área.
Sin embargo, en los últimos días numerosas empresas alemanas y francesas han acusado un recorte de los beneficios trimestrales y rebajado sus previsiones de crecimiento para el conjunto del año, argumentando que la fortaleza del euro perjudica sus exportaciones, algo que podría influir negativamente en el crecimiento económico europeo. En lo que va de año la moneda única se ha apreciado un 11 por ciento frente al dólar. La última carrera alcista del euro se produjo precisamente el jueves, al superar la moneda los 1,15 dólares, poco después de que el Banco Central Europeo (BCE) diera a conocer su decisión de política monetaria.
Hasta hace poco los operadores preferían invertir en dólares, porque confiaban en la capacidad de la economía estadounidense de recuperarse con rapidez y por los mejores rendimientos de capital que ofrece EEUU en comparación con Europa. Pero ahora opinan que la divisa europea mantendrá su ímpetu alcista contra el dólar y que ya no se puede hablar de una mera debilidad de esta divisa, sino de una gradual fortaleza del euro.
La zona euro tiene actualmente mayor atractivo para las inversores que EEUU y Japón, dado el diferencial de los tipos de interés con esas regiones. El banco europeo decidió el jueves mantener el precio del dinero en el 2,50 por ciento, mientras el Banco de Inglaterra también dejaba inalteradas las tasas, en el 3,75 por ciento, el nivel más bajo desde 1955. Este martes la Reserva Federal estadounidense (Fed) tomaba la misma decisión de no tocar los intereses, que se encuentran en el 1,25 por ciento, su mínimo en cuatro décadas.
El presidente del BCE, Wim Duisenberg, manifestaba el jueves que la reciente apreciación del euro "no tiene nada de excesivo" y se mostraba satisfecho de su evolución, tras agregar que el ritmo actual de apreciación es similar al de depreciación que sufrió hace dos años. El instituto de crédito europeo tampoco cree que las ganancias del euro frente al dólar tengan efectos negativos sobre las exportaciones de la eurozona y considera que la moneda única está ahora "al nivel que mejor refleja los fundamentos económicos" del área.
Sin embargo, en los últimos días numerosas empresas alemanas y francesas han acusado un recorte de los beneficios trimestrales y rebajado sus previsiones de crecimiento para el conjunto del año, argumentando que la fortaleza del euro perjudica sus exportaciones, algo que podría influir negativamente en el crecimiento económico europeo. En lo que va de año la moneda única se ha apreciado un 11 por ciento frente al dólar. La última carrera alcista del euro se produjo precisamente el jueves, al superar la moneda los 1,15 dólares, poco después de que el Banco Central Europeo (BCE) diera a conocer su decisión de política monetaria.
Hasta hace poco los operadores preferían invertir en dólares, porque confiaban en la capacidad de la economía estadounidense de recuperarse con rapidez y por los mejores rendimientos de capital que ofrece EEUU en comparación con Europa. Pero ahora opinan que la divisa europea mantendrá su ímpetu alcista contra el dólar y que ya no se puede hablar de una mera debilidad de esta divisa, sino de una gradual fortaleza del euro.