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El FMI y Deutsche Bank consideran "probable" la quiebra de Grecia

Apenas 5 días ha durado la confianza del mercado en el mega rescate europeo para evitar la quiebra de Grecia y el temido efecto contagio. El FMI no descarta la quiebra de Atenas; Deustsche Bank habla de insolvencia; Volcker duda del euro; y la Bolsa se desploma.

Pese al ingente esfuerzo fiscal y monetario al que se han comprometido los líderes de la zona euro y el Banco Central Europeo (BCE), respectivamente, el mercado desconfía de un modo creciente de la solvencia soberana de los socios más débiles de la Unión Monetaria.

Las promesas de reducir el déficit público, ajustando así los enormes desequilibrios presupuestarios que sufren múltiples países, de momento resultan insuficientes para calmar a los inversores. Además, la mayoría de analistas coinciden en que la ansiada recuperación económica será menor de lo previsto hasta el momento, lo cual dificultará a su vez el necesario ajuste fiscal.

Como resultado, el temor y la prudencia vuelven a materializarse en números rojos en las bolsas europeas (incluida la española) y en un aumento de las primas de riesgo de los bonos de Grecia, Portugal y España.

Este viernes, el Ibex 35 ha caído un 6,64%. Además, el coste de la deuda española aumentó este viernes (del 3,927 al 3,950%) y el diferencial respecto al bono alemán, que sirve de referencia, se amplió de 99 a 110 puntos básicos.

El ratio entre ambas emisiones rompía así este viernes la tendencia de los últimos días, durante los que se ha mantenido estable sin superar los 100 puntos básicos. Pero la deuda española no es la única que sufre: el diferencial entre el bono griego y el alemán se disparó hasta los 516 puntos básicos, frente a los 444 puntos del jueves, mientras que la diferencia entre la rentabilidad del portugués y el germano se situó en 171 puntos básicos desde los 166 del jueves, informa Efe.

Además, los seguros para cubrir el impago de deuda soberana (credit default swap o CDS) referidos a España se situaron en 160.360 dólares anuales para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares en bonos españoles a 10 años, frente a los 142.170 dólares para cubrir 10 millones de la sesión precedente.

El diagnóstico mayoritario que sobrevuela el mercado es que “Grecia caerá, con o sin rescate”, disparando así el riesgo de contagio a otros países. Y ello, pese a la activación del plan de préstamos extraordinarios acordado entre Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

De hecho, el propio Fondo, en su informe sobre el plan de ayudas, no descarta que finalmente Grecia se vea obligada a suspender pagos, es decir, aplicar un programa de reestructuración y quita mediante una negociación con sus acreedores. En concreto, señala:

“Consideramos que la deuda es sostenible a medio plazo, pero el grado significativo de incertidumbre nos hace difícil afirmar categóricamente que este es el caso con una alta probabilidad. Aún así, el apoyo del Fondo en el nivel propuesto se justifica debido al alto riesgo de efectos secundarios sistémicos internacionales”. Dicho de otro modo más simple: ven “probable” que Grecia suspenda pagos.

Deutsche duda de Grecia y Portugal

Al análisis del FMI se añade uno mucho más contundente. El consejero delegado del banco alemán Deutsche Bank, Josef Ackermann, duda de que Grecia pueda pagar su deuda. "Tengo mis dudas sobre si Grecia se encuentra realmente en una posición de intensificar sus esfuerzos", dijo Ackermann en una entrevista concedida a la cadena de televisión alemana ZDF, en la que señaló que afrontar estas obligaciones requeriría de "esfuerzos increíbles".

Asimismo, el máximo ejecutivo de Deutsche Bank apuntó que España e Italia serán "suficientemente fuertes" para afrontar su deuda, limitando el riesgo de contagio, gracias al fondo europeo de estabilización de 750.000 millones de euros aprobado el pasado fin de semana, mientras que en el caso de Portugal reconoció que las cosas son "más difíciles".

Pero el diagnóstico más demoledor es, sin duda, el del ex presidente de la Reserva Federal de EEUU Paul Volcker, uno de los principales asesores económicos del presidente estadounidense Barack Obama. En un discurso pronunciado en Londres el jueves, Volcker se mostró muy preocupado por una posible ruptura de la zona euro. Existe un riesgo “potencial de desintegración del euro” debido a la ausencia relevante de ajustes fiscales por el momento, aseguró.

Volcker, preocupado por el euro

Pese a que Volcker se mantiene como un firme defensor de la moneda único, reconoció que su supervivencia depende de aplicar profundos “cambios en la estructura de la política económica europea”, aunque no precisó cuáles.

Por último, el presidente del Banco de Inglaterra, Mervyn King, señaló el miércoles que “dentro de la comunidad internacional existe una comprensión muy clara de que el paquete de rescate que se aprobó el pasado fin de semana no soluciona el problema subyacente”, en referencia a los desequilibrios de demanda existentes a nivel mundial (déficits exteriores).

El plan tan sólo ofrece una oportunidad temporal para que los países más débiles “pongan en orden su casa” (cuentas públicas), según King. En cuanto a Grecia, también la da por perdida. No podrá devolver sus compromisos financieros.

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