Así lo manifestaron la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un comunicado conjunto en el que destacaron que "el programa se encuentra en la senda correcta". Este positivo análisis es parte de la revisión preliminar sobre cómo están funcionando las medidas de recorte del gasto impuestas a Grecia como condición para acceder a 110.000 millones de euros en préstamos.
Los tres organismos indican que esa estrategia de ahorro está siendo aplicada tal y como se había acordado y constatan que "los cambios fiscales han dado resultados positivos" y han permitido aumentar los impuestos al tiempo que ha aumentado el control de los gastos del Estado. En ese sentido, anunciaron que el déficit estatal hasta mayo "es menor de lo dictado en el Programa de Estabilidad" creado para sacar al país de la crisis.
Además, destacan que "las reformas en las pensiones muestran grandes progresos" y que hay avances en otras reformas estructurales como la reducción de la Administración local, las privatizaciones, el mercado del trabajo y políticas de cargas impositivas.
También indican que "la solvencia del sector bancario griego se mantiene adecuada" y que "en el sector financiero se está haciendo un buen progreso hacia la creación de un Fondo de Estabilidad", un requisito para que Grecia siga recibiendo ayuda este año. A finales de julio, los tres organismos llevarán a cabo "una inspección a fondo y formal" que, si es positiva, "permitirá a Grecia cobrar el segundo tramo de ayuda del programa en septiembre".
Grecia ya recibió en mayo los primeros 20.000 millones de euros y espera otros 9.000 millones de euros en otoño, para cerrar el año con otros 9.000 millones más. La política de ahorro del Gobierno, con recortes salariales y de las pensiones y aumentos de impuestos, han indignado tanto a la oposición y a los sindicatos, que se preparan para continuar con jornadas de protestas.