LD (EFE) En su boletín de septiembre publicado este jueves, el BCE adelanta que la inflación de los doce países que comparten el euro será "errática" a corto plazo, lo que se explica por la volatilidad de determinados precios en el área. La inflación de la eurozona se situó en agosto en el 2,1 por ciento, mientras que en España alcanzó en ese mes el 3 por ciento.
La entidad europea apunta al precio de la energía, en concreto al de los "combustibles líquidos y el petróleo", como el principal factor que afectará al Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) en los próximos meses. La tasa de inflación de estos productos se verá afectada por la evolución de los precios de petróleo denominados en euros y por el fuerte repunte del coste de la energía en la primera mitad de 2003 por la guerra de Irak, añade el banco.
La entidad europea espera también que el movimiento de los precios de los alimentos contribuya a la volatilidad a corto plazo y, en concreto, apunta a las "condiciones climatológicas excepcionales" de este año. "Aunque el impacto de estas condiciones climatológicas ha sido limitado en la zona euro, existe un riesgo de que los precios de los alimentos de temporada aumenten considerablemente en los próximos meses", señala el BCE, que añade que los alimentos procesados también acusarán este efecto.
Los movimientos de los precios de la ropa son otro factor para aumentar la volatilidad del IAPC. Según el informe, el coste de estos productos descendió este verano y durante el otoño podría volver a subir. Por otra parte, el BCE considera que la tasa de inflación de los paquetes turísticos podría subir en los próximos meses, tras la inusual bajada de julio, cuando los precios de estos productos subieron menos de lo habitual.
La entidad europea apunta al precio de la energía, en concreto al de los "combustibles líquidos y el petróleo", como el principal factor que afectará al Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) en los próximos meses. La tasa de inflación de estos productos se verá afectada por la evolución de los precios de petróleo denominados en euros y por el fuerte repunte del coste de la energía en la primera mitad de 2003 por la guerra de Irak, añade el banco.
La entidad europea espera también que el movimiento de los precios de los alimentos contribuya a la volatilidad a corto plazo y, en concreto, apunta a las "condiciones climatológicas excepcionales" de este año. "Aunque el impacto de estas condiciones climatológicas ha sido limitado en la zona euro, existe un riesgo de que los precios de los alimentos de temporada aumenten considerablemente en los próximos meses", señala el BCE, que añade que los alimentos procesados también acusarán este efecto.
Los movimientos de los precios de la ropa son otro factor para aumentar la volatilidad del IAPC. Según el informe, el coste de estos productos descendió este verano y durante el otoño podría volver a subir. Por otra parte, el BCE considera que la tasa de inflación de los paquetes turísticos podría subir en los próximos meses, tras la inusual bajada de julio, cuando los precios de estos productos subieron menos de lo habitual.