La defensa de Yukos anunció inmediatamente que la petrolera apelará en instancias judiciales superiores el veredicto, solicitado por los acreedores y por Rebgún con el argumento de que la compañía es inviable desde el punto de vista financiero.
Previamente, la corte rechazó un recurso de Yukos para suspender la vista de la causa hasta que la estudie el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pues la petrolera espera que éste desestime las polémicas reclamaciones fiscales retroactivas que afronta.
El abogado de Yukos, Drew Holiner, explicó a la prensa que la tarea de Rebgún en calidad de síndico de quiebra será "deshacerse cuanto antes de los activos para saldar las deudas". "No tendrá posibilidades de esperar para escoger una situación favorable en el mercado", dijo Holiner, según la agencia Interfax.
El letrado acusó a Rebgún de valorar a la baja la capitalización de Yukos y cuestionó la validez de las reclamaciones fiscales que afronta, al señalar que éstas cada año "superaban el cien por ciento de los ingresos anuales de la compañía". Rebgún, por su parte, comentó que Yukos, aunque desangrada, sigue siendo "todo un imperio", por lo que él necesitará varios meses para conocer los documentos, realizar un inventario y decidir qué activos deberán ser vendidos en primer término.
Los acreedores de Yukos, el mayor de los cuales es el Fisco ruso, han rechazado hace una semana el plan de saneamiento financiero de la petrolera y la imposición de un gerente externo encargado de vender sin prisas y a buen precio sus activos. En esa reunión, Rebgún afirmó que Yukos es insolvente porque sus deudas, de 18.300 millones, superan sus activos, que valoró en 17.700 millones, a pesar de que los directivos de la petrolera estimaron su capitalización actual en 37.000 millones de dólares.