(Libertad Digital) Los últimos datos de empleo en España han echado por tierra la vieja teoría de que nuestro país sólo creaba empleo cuando su Producto Interior Bruto crecía por encima del 3 por ciento. Mientras la oposición todavía digería el récord de afiliaciones a la Seguridad Social, la caída del paro registrado por el INEM durante el mes de abril y la creación de 376.000 empleos en un año, según la Encuesta de Población Activa, el Banco de España informaba este martes de que el PIB creció entre enero y marzo en torno al 2 por ciento. Además, el Banco de España señala que la renta disponible de los hogares ha seguido creciendo apreciablemente, a lo que ha contribuido el aumento del empleo y de los salarios, así como la rebaja del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Lo cierto es que el paisaje laboral que se divisa en la actualidad es radicalmente opuesto al que existía en 1996. Más de 16.559.000 de afiliados a la Seguridad Social. Además, según la EPA, la tasa de actividad supera ya el 54,56 por ciento con 18.615.000 de personas que componen la población activa. En cuanto a los parados que se registran en las oficinas del INEM, la tasa ha caído hasta el 8,9 por ciento y el total se sitúa en 1.657.951 personas. El PSOE dejó una herencia de 3.617.000 de parados y una tasa de desempleo del 22,8 por ciento.
A buscar camareros a Rumanía
En cuanto a sectores de actividad, los datos de la Seguridad Social reflejan que el mayor número de afiliaciones en abril se produjo en el de Comercio y Hostelería, con 50.561 trabajadores más. Además, según el INEM, el paro bajó principalmente en el sector servicios, con un descenso de 45.712 personas. Este hecho está provocando circunstancias sólo imaginables en un país que gozara ya de un pleno empleo de hecho. Por ejemplo, que el presidente de los hosteleros de Castellón, Eduardo Ferreres , haya “cogido el toro por los cuernos” y se haya tenido que desplazar a Bucarest para conseguir cubrir 150 plazas de ayudantes de cocina, camareros y recepcionistas de hotel con ciudadanos rumanos.
La Federación de Empresarios Turísticos de Castellón (Feturcas) necesitaba cubrir 200 puestos y pidieron ayuda al INEM que presentó 1.300 candidatos. Sin embargo, sólo se interesaron por la oferta 150, de los cuales dos terceras partes no tenían experiencia. Al final, la mayoría rechazó el puesto por la incomodidad del horario y porque querían trabajar en Castellón capital y no en las afueras. En declaraciones a Libertad Digital , Ferreres explicó que la nueva Ley de flujos migratorios aprobada hace dos meses permite a los empresarios acudir a listas internacionales en los países de origen de trabajadores extranjeros, cuando no puedan encontrar mano de obra española. España ha firmado un convenio con Rumanía, Polonia, Colombia, República Dominicana, Perú y Marruecos, gracias al cual los empresarios españoles viajan a estos países y allí negocian la contratación. En tan sólo un mes los papeles de los trabajadores contratados quedan solucionados, cuando con la vieja ley de inmigración se demoraba esta cuestión más de un año. Además, el inmigrante sólo podrá trabajar de forma legal en España con el empresario que le ha contratado en su país de origen.
780 euros brutos al mes, alojamiento y horas extras
Según ha explicado el presidente de Feturcas, la oferta que rechazaron los parados españoles era de 780 euros brutos al mes, más alojamiento y horas extras. Al tener que contratar a extranjeros, los empresarios se ven obligados a pagar el 50 por ciento del billete de ida y vuelta. Ferreres afirmó que el crecimiento de la economía española ha provocado que los empresarios tengan que seguir esta iniciativa para cubrir los puestos de trabajo temporales. Así, en su viaje a Bucarest comprobó cómo miembros de ASAJA de Huesca ya habían contratado a 120 rumanos, un empresario de la cereza del Valle del Jerte a otros 60 y los de la fresa de Huelva a más de 2.500 personas. Si se generaliza esta práctica, Ferreres prevé que en tres años se haya reducido casi al mínimo la presencia de ilegales en España. Relacionado con esto, es de destacar que la cifra de ciudadanos rumanos residentes en Castellón ronda ya los 30.000, casi todos ellos provinientes de la zona de Transilvania. La cercanía de Rumanía respecto a otros países iberoamericanos juega a su favor, por los viajes que tienen que hacer los empresarios para gestionar la contratación.
Lo cierto es que el paisaje laboral que se divisa en la actualidad es radicalmente opuesto al que existía en 1996. Más de 16.559.000 de afiliados a la Seguridad Social. Además, según la EPA, la tasa de actividad supera ya el 54,56 por ciento con 18.615.000 de personas que componen la población activa. En cuanto a los parados que se registran en las oficinas del INEM, la tasa ha caído hasta el 8,9 por ciento y el total se sitúa en 1.657.951 personas. El PSOE dejó una herencia de 3.617.000 de parados y una tasa de desempleo del 22,8 por ciento.
A buscar camareros a Rumanía
En cuanto a sectores de actividad, los datos de la Seguridad Social reflejan que el mayor número de afiliaciones en abril se produjo en el de Comercio y Hostelería, con 50.561 trabajadores más. Además, según el INEM, el paro bajó principalmente en el sector servicios, con un descenso de 45.712 personas. Este hecho está provocando circunstancias sólo imaginables en un país que gozara ya de un pleno empleo de hecho. Por ejemplo, que el presidente de los hosteleros de Castellón, Eduardo Ferreres , haya “cogido el toro por los cuernos” y se haya tenido que desplazar a Bucarest para conseguir cubrir 150 plazas de ayudantes de cocina, camareros y recepcionistas de hotel con ciudadanos rumanos.
La Federación de Empresarios Turísticos de Castellón (Feturcas) necesitaba cubrir 200 puestos y pidieron ayuda al INEM que presentó 1.300 candidatos. Sin embargo, sólo se interesaron por la oferta 150, de los cuales dos terceras partes no tenían experiencia. Al final, la mayoría rechazó el puesto por la incomodidad del horario y porque querían trabajar en Castellón capital y no en las afueras. En declaraciones a Libertad Digital , Ferreres explicó que la nueva Ley de flujos migratorios aprobada hace dos meses permite a los empresarios acudir a listas internacionales en los países de origen de trabajadores extranjeros, cuando no puedan encontrar mano de obra española. España ha firmado un convenio con Rumanía, Polonia, Colombia, República Dominicana, Perú y Marruecos, gracias al cual los empresarios españoles viajan a estos países y allí negocian la contratación. En tan sólo un mes los papeles de los trabajadores contratados quedan solucionados, cuando con la vieja ley de inmigración se demoraba esta cuestión más de un año. Además, el inmigrante sólo podrá trabajar de forma legal en España con el empresario que le ha contratado en su país de origen.
780 euros brutos al mes, alojamiento y horas extras
Según ha explicado el presidente de Feturcas, la oferta que rechazaron los parados españoles era de 780 euros brutos al mes, más alojamiento y horas extras. Al tener que contratar a extranjeros, los empresarios se ven obligados a pagar el 50 por ciento del billete de ida y vuelta. Ferreres afirmó que el crecimiento de la economía española ha provocado que los empresarios tengan que seguir esta iniciativa para cubrir los puestos de trabajo temporales. Así, en su viaje a Bucarest comprobó cómo miembros de ASAJA de Huesca ya habían contratado a 120 rumanos, un empresario de la cereza del Valle del Jerte a otros 60 y los de la fresa de Huelva a más de 2.500 personas. Si se generaliza esta práctica, Ferreres prevé que en tres años se haya reducido casi al mínimo la presencia de ilegales en España. Relacionado con esto, es de destacar que la cifra de ciudadanos rumanos residentes en Castellón ronda ya los 30.000, casi todos ellos provinientes de la zona de Transilvania. La cercanía de Rumanía respecto a otros países iberoamericanos juega a su favor, por los viajes que tienen que hacer los empresarios para gestionar la contratación.