
(Libertad Digital) Jose Luis Carrillo Benítez, empresario, es presidente del Grupo Air Madrid y propietario de Optursa, el primer turoperador español. Nacido en Huércal-Overa (Almería) en 1941, es un emprendedor que se ha hecho a sí mismo gracias a la experiencia adquirida. Su carrera profesional ha estado siempre ligada al sector turístico, con solo doce años comenzó a trabajar en un bar frente al Palacio del Pardo (Madrid) y poco antes de cumplir los veinte dirigía una línea de transporte para turistas británicos desde el aeropuerto militar de Southend (al sur de Inglaterra) hasta la Costa Brava.
Allí, durante años, en la época estival, solía trabajar en el Hotel Capri, donde conoció a Peter Martín Rooks, un inglés que ha sido su socio durante muchos años. En febrero de 1967 ya planeaba en un avión de tela y con una sola rueda sobre los campos de Norwich (Norfolk, Inglaterra).
Su instinto empresarial le llevó a reinvertir los beneficios sucesivamente, así tras crear la sociedad Optursa (1967) y comprar la línea aérea Mediterranean Airways fue incrementando su negocio hasta crear el Grupo Air Madrid.
El 14 de diciembre de 2004, la compañía Optursa Management, filial de Optursa, y el máximo accionista de Air Madrid SA, Herminio Gil, establecieron un acuerdo que dio origen a un nuevo turoperador. José Carrillo, entonces director de Optursa Management, fue elegido como nuevo presidente de Air Madrid, mientras que Herminio Gil mantenía su cargo de vicepresidente ejecutivo de la aerolínea.
Air Madrid es una aerolínea de bajo coste que comenzó a operar en mayo de 2004. La compañía aérea comenzó sus operaciones el 30 de mayo de 2004 con una frecuencia de 12 vuelos semanales y tomó como base el aeropuerto de Madrid-Barajas. En abril de 2006, una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios a 8.600 viajeros de toda Europa situaba a la compañía como la que mayores retrasos producía a sus clientes.
Los mayores incidentes protagonizados por Air Madrid se produjeron en septiembre pasado cuando el día 11 un vuelo con destino a Lima se retrasó 22 horas y el día 25 más de 150 pasajeros permanecieron atrapados en un avión. En octubre, el día 3 se produjo un retraso de 31 horas en un vuelo con destino a Quito, mientras que el día 27 el retraso fue de 60 horas en dos vuelos a Argentina y Brasil. Desde entonces, la compañía no ha dejado de sufrir retrasos y cancelaciones diarias de los usuarios ante los mostradores.
Actualmente, el grupo cuenta con más de una treintena de hoteles y varias líneas aéreas, que cubren cinco destinos nacionales y seis internacionales.