
(Libertad Digital) El resultado mejora las previsiones de los expertos, que preveían que el banco entraría en números rojos por primera vez desde el estallido de la crisis.
La facturación del grupo cayó un 5 por ciento, hasta los 16.100 millones de dólares, y la entidad tuvo que afrontar importantes costos por diversas compras amortizaciones multimillonarias debido a la crisis.
Estas amortizaciones y provisiones de liquidez le costaron a la entidad 5.800 millones de euros, lo que supuso que sus beneficios cayeran de 3.400 millones de dólares a los 527 millones finales.
Gracias a su posición relativamente sólida, JP Morgan se hizo a finales de septiembre con parte de la mayor caja de ahorro estadounidense, Washington Mutual, que entró en quiebra.