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La exposición de las pequeñas cajas al sector inmobiliario superaba el 30% de sus créditos en 2006

 

 
LD (M. Llamas) La profunda crisis que atraviesa el sector inmobiliario ha levantado toda una polvareda sobre la exposición de algunas entidades financieras a la caída del ladrillo. Algunas de las cajas de ahorro de menor tamaño tenían más del 30 por ciento de sus créditos en el mercado residencial y de la construcción a finales de 2006, justo antes del estallido de la burbuja inmobiliaria.
 
El frenazo en seco que ha experimentado el sector de la vivienda en España desde mediados del pasado año amenaza con trasladar sus temibles efectos al balance de algunas entidades financieras. Sobre todo, a las pequeñas y medianas cajas de ahorro.
 
Pese a que, en general, el sector financiero español goza de una buena salud, tal y como muestran los resultados correspondientes a 2007, su elevada exposición al sector inmobiliario puede pasar una desagradable factura a determinadas cajas de ahorro.
 
Así, según un reciente informe de la firma de inversión francesa Cheuvreux, la mayoría de las pequeñas y medianas cajas habían concedido más del 30 por ciento del total de sus créditos a los promotores inmobiliarios y al sector de la construcción a finales de 2006. Poco antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Una crisis que amenaza con alargarse entre 2 y 3 años, como mínimo, según los expertos del sector.
 
Según dicho informe (ver tabla adjunta), las entidades que presentan un mayor riesgo en España son aquellas que han registrado “el más rçapido crecimiento en la concesión de créditos a lo largo de los últimos años”, junto a los que presentan “una mayor exposición a la desaceleración que sufre el mercado residencial español”.
 
El estudio, al que ha tenido acceso Libertad Digital, indica que, a finales de 2006, (aunque la fecha de de referencia varía, según la entidad) el 44 por ciento de los préstamos concedidos por la Caja de Ahorros del Círculo Católico de Obreros de Burgos se había destinado a  la promoción inmobiliaria y a la construcción. En el caso del Banco de Valencia, la cifra se reduce hasta el 40 por ciento de la totalidad de sus créditos.
 
A finales de junio de 2007, Caixa d’Estalvis del Penedés se encontraba en una situación similar (39 por ciento del crédito total). En el caso de Bancaja, su exposición al ladrillo ascendía al 38 por ciento de sus créditos a finales de 2006.
 
Otras de las entidades más expuestas, atendiendo a su crédito inmobilairio, según el estudio serían:
 
Caixa d’Estalvis de Girona (34 por ciento), Caixa d’Estalvis de Sabadell (33 por ciento), Banco de Sabadell (33 por ciento), Banco de Guipúzcoa (32 por ciento), Caixa Nova (32 por ciento a finales de septiembre de 2006), Caja de Ahorros de Murcia (32), así como CajaSur (32 por ciento, en junio de 2007) y Caja de Ahorros de Navarra (CAN) con igual porcentaje.
 

 
De hecho, la morosidad entre las cajas de ahorro se ha elevado en los últimos meses. Una situación que ya ha disparado las alertas en el seno del Banco de España.
 
Las mejor posicionadas
 
Por el contrario, según los analistas de la firma francesa, Banco Santander, BBVA y Bankinter, junto a las grandes cajas españolas como La Caixa o Caja Madrid, son las mejor posicionadas en este ámbito, debido a su escasa exposición inmobiliaria, por lo que presentan el menor riesgo.
 
En la actualidad, las quiebras y graves dificultades financieras por las que atraviesan las inmobiliarias arrojan un elevado riesgo de impago superior a los 16.000 millones de euros. Aunque, gran parte de dicha cuantía dependerá del resultado que empresas como Colonial o Martinsa-Fadesa logren en la negociación con sus acreedores sobre la refinanciación de su abultadas deudas financieras.
 
La deuda acumulada de las compañías inmobiliarias y constructoras más importantes del país alcanzaba a finales de 2007 más de 126.000 millones de euros.

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