En el caso de España, la tasa de inflación armonizada subió al 1,8% en mayo, la más alta desde noviembre de 2008, con lo que el diferencial de precios entre España y la eurozona se sitúa en dos décimas.
En los dos últimos años la estimación avanzada de inflación coincidió en 19 ocasiones con el dato definitivo, mientras que en los cinco meses restantes la desviación fue de una décima.