LD (Agencias) La OCDE ha rebajado en nueve décimas sus previsiones de crecimiento para España en 2008, hasta el 1,6 por ciento, y en 1,3 puntos las del año próximo, hasta el 1,1 por ciento, lo que supone el mayor desplome entre los grandes países miembros del organismo. De cumplirse las estimaciones, España crecería por primera vez por debajo de la media de la Eurozona, para la que también recorta sus expectativas. Una vez más, Zapatero se marcó un farol al prometer que España crecería por encima de la UE en 2008, tal y como avanzó LD.
La Organización para la Cooperación el Desarrollo Económico (OCDE) ha recortado nueve décimas su previsión de crecimiento para la economía española en 2008 situándola en el 1,6 por ciento, y ha rebajado en 1,3 puntos la estimación para 2009, del 1,1 por ciento, según ha informado la institución en sus previsiones económicas.
Estas estimaciones quedan lejos de las del Gobierno español, que mantiene como cifra oficial una progresión del 2,3 por ciento en 2008 -aunque este miércoles Solbes reconoció que se podía quedar en el 2 por ciento-, e incluso del 2,2 por ciento augurado por la Comisión Europea en abril.
De cumplirse las estimaciones, por primera vez desde la creación de la moneda única el PIB español aumentaría menos que la media de la Eurozona, para la que los autores del informe, que también recortan sus expectativas, aventuran un 1,7 por ciento este año y un 1,4 por ciento el próximo.
Según la OCDE, las subidas del petróleo y de los alimentos se traducirán en un nuevo repunte de la inflación española en los próximos meses, con una media del 4,6 por ciento en 2008 y del 3 por ciento en 2009, más de un punto por encima de la última previsión de Solbes, que espera un IPC del 3,5 por ciento este año.
"La ralentización se va a acentuar"
Las anteriores estimaciones de la institución, realizadas el pasado mes de diciembre, auguraban un crecimiento del PIB español del 2,5 por ciento para 2008 y del 2,4 por ciento para 2009. Este drástico recorte de las previsiones obedece en gran parte a la ralentización del mercado inmobiliario y a la evidente desaceleración del crecimiento del PIB, que aumentó un 2,7 por ciento en el primer trimestre, una cifra bastante inferior al crecimiento de 2007, del 3,8 por ciento.
El organismo recuerda que los despidos en el sector de la construcción están elevando el paro e hiriendo la confianza del consumidor, que tanto las ventas minoristas como las de coches están retrocediendo y que los datos económicos del sector servicios y manufacturero son negativos, "lo que sugiere que la ralentización se va a acentuar".
En cuanto a la situación de las entidades bancarias, aunque no han sufrido pérdidas por la crisis de las "subprime" y su ratio de solvencia es elevada, destaca la fuerte exposición de las entidades crediticias a los riesgos vinculados al sector nacional de la construcción de viviendas, especialmente las cajas de ahorro, que no pueden acceder fácilmente a capital externo.