L D (EFE) Durante el mes pasado la economía estadounidense perdió 308.000 puestos de trabajo, la mayor disminución del empleo desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. En diciembre pasado la tasa de paro había llegado al 6 por ciento de la fuerza laboral, la más alta desde 1994. La pérdida de 308.000 puestos de trabajo sorprendió a los analistas, que esperaban un leve incremento del empleo después de que en enero aumentara éste en 185.000.
La retracción del consumo y la inminencia de una guerra han hecho que la mayoría de las compañías se muestren cautelosas en la inversión y contratación de personal. El mes pasado se volvió a desacelerar el crecimiento de la actividad empresarial, y la confianza de los consumidores, cuyo gasto representa dos tercios del Producto Interior Bruto de EEUU, cayó a su nivel más bajo en nueve años.
La retracción del consumo y la inminencia de una guerra han hecho que la mayoría de las compañías se muestren cautelosas en la inversión y contratación de personal. El mes pasado se volvió a desacelerar el crecimiento de la actividad empresarial, y la confianza de los consumidores, cuyo gasto representa dos tercios del Producto Interior Bruto de EEUU, cayó a su nivel más bajo en nueve años.