Las nuevas exigencias de solvencia a raíz de la Ley de Cajas y la buena situación financiera de las aseguradoras hacen que los acuerdos en bancaseguros se conviertan en una opción recomendable para las entidades a la hora de cumplir con los requisitos de capital que establece la reforma.
Según fuentes del sector, las cajas buscan entre sus socios de seguros la entrada en el capital de sus bancos cotizados. Conseguir el apoyo de sus aliados, que venden sus productos en las redes de las cajas, es una vía muy atractiva para la restructuración tras la exigencia de un capital básico del 8% para las entidades cotizadas y del 10% para aquellas que no lo están a partir del 30 de septiembre. Por otro lado las compañías de seguros obtendrían por medio de esta inversión el cierre de sus acuerdos de distribución bancaria.
Esta ayuda podría materializarse por dos vías: que las aseguradoras aliadas se conviertan en accionistas de sus bancos o que estos socios les financien mediante la suscripción de deuda emitida por los bancos de las cajas.
El sector asegurador ha reiterado durante la crisis que no tiene ningún problema de liquidez debido a que sus cuentas de resultados no están perjudicadas en gran medida por ellos. Las aseguradoras analizarán los términos de los procesos de renegociación en su momento y decidirán su mejor opción y el nivel de riesgo que están dispuestas a asumir.
Mapfre, que mantiene una alianza estratégica con Caja Madrid, ha recibido una propuesta de inversión por parte de su presidente Rodrigo Rato para convertir a la compañía en accionista. La compañía no descarta la entrada en Banco Financiero (Caja Madrid, Bancaja, Canarias, Laietana, Ávila, Segovia y Rioja) aunque su presidente José Manuel Martinez no ha querido hacer declaraciones a los medios al respecto.